Nada duele más en una relación que el engaño de la pareja. Es como recibir una puñalada por la espalda y, en muchos casos, la pareja no sobrevive a una infidelidad. La razón por la que una persona es infiel varía según el caso particular, pero todas se pueden reducir en dos razones fundamentales.
Hay solo dos tipos de infidelidad, según experto en relaciones

Al menos eso es lo que explicó Tammy Nelson, terapeuta de relaciones en Ashley Madison, un sitio web de amoríos que alcanzó la fama mundial cuando se filtraron los nombres de los usuarios, en una entrevista con Business Insider. ¿Cuáles son las razones?
Querer y no querer

Según la experta, las personas que buscan aventuras normalmente quieren una de estas dos cosas: dejar sus relaciones o buscar algo que falta en ellas, pero sin abandonar a sus parejas. Las personas que se encuentran en la primera categoría están en amoríos «abre lata», es decir, cuando alguien quiere romper con el otro, pero no sabe cómo hacerlo.
El engaño es la forma más sencilla de terminar la relación sin explicar por qué, y según Nelson, las mujeres son las que más tienen este comportamiento. «Es una manera pasiva-agresiva de decir "me quiero ir" antes de saber que me quiero ir», explicó.
Sin embargo, las personas de la segunda categoría no quieren terminar las cosas, «es una forma de llenar una parte de sus vidas que la pareja no logra completar», señaló, «y después se sienten como si tuvieran todo, por ejemplo, quizás su relación les da validación física y emocional, pero no tienen una vida sexual tan emocionante como quisieran y la reciben gracias al amorío».

Si bien los hombres tienden a caer en la segunda categoría, las mujeres también pueden hacerlo, pero por razones diferentes. Según un estudio de 2015, los hombres mantienen amoríos porque se sienten insatisfechos a nivel sexual, mientras que las mujeres lo hacen porque sienten que les falta una conexión emocional.
Sin embargo, según una entrevista del diario británico The Independent con el experto en citas James Preece, también puede haber una tercera razón: se tientan con alguien más. Eso sucede más comúnmente con los hombres porque, según Preece, «necesitan más validación que las mujeres, así que engañarán si reciben atención de alguien más».
Una traición es igual de dolorosa sin importar la intención, pero al menos en el segundo caso hay esperanza de salvar la relación. Por más difícil que eso parezca, puede ser posible con mucha comunicación y, si es necesario, la ayuda de un terapeuta de parejas.
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