El paso del tiempo y las experiencias amorosas han llevado a muchas personas a replantear la visión que tienen del amor romántico y de la fidelidad. Muchas personas hablan de la monogamia como una convención social, antinatural del ser humano, sin embargo son pocas las personas que aceptan la idea de que las relaciones amorosas sin ataduras son posibles.
¿El ser humano es monógamo por convención social pero polígamo por naturaleza?


Personalmente prefiero las relaciones tradicionales. Sé que hay miles de hermosas historias de parejas que se aman incondicionalmente hasta el día de su muerte y creo en ellas. Pero sé también que existen historias tristes, de engaños y desamor y estas hacen que me replanteé el concepto que tenemos del amor romántico y de la monogamia.
Convenciones sociales

¿El ser humano es monógamo por convención social pero polígamo por naturaleza?
La Universidad de Cambridge y la University College de Londres estudiaron el origen de la monogamia en el ser humano. Según datos recabados, el ser humano creó el concepto de la monogamia ante la necesidad de brindar un entorno afectivo de protección y seguridad a sus crías. Y con el paso del tiempo entendió que era necesaria además para que una relación amorosa funcionara.
En otras palabras, la monogamia es parte de una construcción social que ha evolucionado tanto hasta ser parte natural del hombre. ¿Será que las limitaciones de la monogamia determinan la forma en que amamos a nuestra pareja?
Amor libre, amor sin compromisos

Entonces, si la monogamia es algo que aprendimos: ¿Qué tan natural es un amor en el que se debe cumplir con compromisos? ¿Qué tan sincero es un amor en el que se reprimen los sentimientos?
Quizás estamos tan acostumbrados a entender el amor romántico de una forma que somos incapaces de ver que hay más de una forma de amar. Quizás no todo es «blanco o negro». Quizás un amor libre pueda ser mucho más sensato que un amor monógamo.
Amar libremente significa amar al otro sin restricciones, pero sin olvidar que cada uno es un ser independiente que tiene sus necesidades y pasiones. Es un tipo de amor sin compromisos ni obligaciones, por lo que va a durar tanto como la sensatez de sus sentimientos. Es una forma de vivir en la que no obligamos a nadie a quedarse a nuestro lado y en la que vivimos nuestra independencia en su máxima expresión.
Aunque es un tipo de amor romántico que puede ser fugaz y muchas veces solitario, es una forma de vivir en la que prima la sinceridad y la pasión.
¿Es lo que quiero?

Quienes hemos estado enamorados y en pareja fuimos testigos de como la rutina deterioró —y en algunos casos acabó— con la relación. Y en esos tiempos difíciles lo prohibido alimentó nuestra curiosidad y la monotonía de la intimidad se volvió una bomba de tiempo para la pareja.
Generamos tantas expectativas en nuestra pareja que nos olvidamos de nosotros y nos entregamos a un sentimiento más grande de lo que podíamos imaginar. Así terminamos en una relación tóxica y con los sentimientos heridos. ¿Cuántos corazones rotos nos costó entender que la relación con uno mismo es la más importante de todas? Unos cuantos...
Creo que todos en algún punto queremos encontrar el amor romántico y soñamos con compartir la vida con alguien. Es por eso que la idea del «amor libre» no nos termina de convencer.
Más allá de lo que digan los estudios científicos, siento que no es culpa de nuestra naturaleza el ir de una relación a otra en busca de lo que queremos. Tal vez simplemente no hemos encontrado a nuestra alma gemela o todavía no estamos preparados para amar de una forma tan intensa. Sea cual sea la razón, creo que el amor no tiene la culpa, somos nosotros que no podemos ver la grandeza del sentimiento y al sentir que algo nos trasciende preferimos optar por el camino sencillo.







