Cuentas bancarias en pareja ¿qué conviene más, juntas o separadas?

¿Qué conviene más, tener cuantas juntas o por separado; ahorrar una parte mientras compartimos la otra? Cuando de dinero se trata, estas son las interrogantes sin respuesta para la mayoría de las parejas. Según una reciente encuesta publicada por el banco TD Bank, una gran parte de las parejas hispanas llevan cuentas separadas.

El 52% de las parejas encuestadas por el banco, y que tienen cuentas bancarias conjuntas, tienen también cuentas individuales. En el caso de los latinos, los cónyuges o parejas que viven juntas tienen cuentas individuales por diversas razones: mantener su independencia (30%); afrontar una emergencia (21%); o para sacar provecho de otro tipo de cuentas (18%) tales como cuentas de ahorros, negocios y otras.

El estudio también halló que los hispanos que abrían su primera cuenta conjunta eran casados (76%), seguidos por los hispanos que vivían juntos (20%).

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Pero ¿qué es más saludable en una relación de pareja?

Según una investigación citada por Bloomberg, las parejas con un fondo común  son más felices en su matrimonio. Según ese mismo reporte, las personas que comparten 80 por ciento o más de sus ingresos dijeron ser más felices que aquellos que mantienen todo para sí mismos.

Mientras tanto,  las parejas encuestadas por la revista Slate dijeron todo lo contrario. Las personas que reportaron mantener control de su dinero -completo o una parte-, dijeron que sus peleas eran menos que aquellos que compartían todo su dinero con su pareja.

Según el mismo sondeo, la tendencia de mantener cuentas separadas disminuía a medida que las parejas llevaban más tiempo juntas y tenían niños. Los niveles de estrés entre las parejas con hijos y con cuentas conjuntas era mucho menor que aquellas parejas con niños y que mantenían cuentas separadas.

Expertos citados por el periódico Wall Street Journal establecieron que hay muchas ventajas a la hora de combinar los activos financieros con tu ‘ significant other’, y uno de los más importantes no tiene nada que ver con el dinero. Cuando se unen las cuentas, la pareja deposita su confianza en el otro y  procura el trabajo en equipo; de esa manera establecen su compromiso con uno de los factores más esenciales de su unión.

La investigación del TD Bank reveló que los gastos domésticos lideran el uso de las cuentas conjuntas entre los cónyuges latinos.

Parte del problema con llevar o no balances separados, es que muchas veces las parejas no se ponen de acuerdo en cómo deben utilizar su dinero. En otros casos, el dinero se convierte en una manera de manipulación.

Cualquiera sea tu resolución, las decisiones financieras deben realizarse en pareja y ambas partes deben estar de acuerdo en las responsabilidades que le corresponden. Cada cheque emitido debe ser escrito con la aprobación del otro – qué cuentas se deben pagar primero, la cantidad a pagar en una cuenta de tarjeta de crédito- y así sucesivamente. Aunque las conversaciones sobre asuntos monetarios no son las más románticas, un poco de planificación financiera puede mejorar tu relación amorosa a lo largo del camino.

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