La monogamia en esta parte del globo es considerada como algo normal y que todos deberíamos acatar como forma de vida. Inclusive, en muchos lugares, tener más de una pareja es considerado un delito. Sin embargo, a pesar de que sea un precepto social, no todos la aceptan. Muchas parejas se dedican a practicar el swinging y otros, lamentablemente, caen en la infidelidad.
¿Cuál es la diferencia entre ser infiel y ser swinger? Psicoterapeuta compara las conductas

Pero ¿ cuál es la diferencia entre ser swinger y ser infiel? A pesar de lo que muchos piensan, las divergencias son muy marcadas. Ven que te contamos qué es lo que dicen los expertos sobre el tema.
Qué diferencia existe entre ser infiel y ser swinger

Christine Milrod, una terapeuta sexual e investigadora de Los Ángeles, California, afirma que los swingers son conscientes de que sus parejas van a mantener relaciones sexuales con otras personas (inclusive uno de ellos puede hacerlo mientras el otro mira). Se da un nivel tal de confianza entre ellos que se establecen ciertas reglas a la hora de mantener una relación con alguien que no pertenece a la pareja, pues lo principal es que no se involucren emocionalmente, sino solo sexualmente.
En cambio, la infidelidad no es algo consensuado por ambas partes. Solo uno de los dos tendrá una relación fuera de la pareja, pero será secreta y quizá el infiel hasta termine por involucrarse sentimentalmente con el tercero o tercera en discordia. Según Milord, ser swinger requiere una investigación y cierto tipo de conocimientos, pues no es sencillo lanzarse a este mundo nuevo sin saber a qué atenerse. « Swinging puede significar cosas diferentes para diferentes personas. Creo que es muy importante reconocerlo, así que investiga antes de empezar», afirma.

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La especialista asegura que los swingers buscan no solo el bienestar propio, sino también el de su pareja: la mayoría comienza este tipo de práctica luego de una larga conversación porque desea incorporar algo novedoso a su vida o intenta fortalecer la relación. Sin embargo, la infidelidad es todo lo contrario. La persona que desea tener una aventura fuera de la pareja no se detendrá ante nada, y tampoco le interesará el bienestar de su pareja. Solo buscará el placer para sí mismo sin medir consecuencias.
En cambio, como los swingers no tienen nada que ocultar, no les molestará contar sus experiencias a quienes deseen oírlas. Inclusive, no cambiarán sus hábitos cotidianos de vida. Ellos buscarán un equilibrio para que la nueva actividad no interfiera en su cotidianeidad.
Los infieles, por su parte, no confían en nadie y cambian sus hábitos de vida hasta tal punto que es evidente que algo raro pasa (sus horarios de trabajo cambian, ponen contraseña a su teléfono o modifican la que ya tenían, se arreglan con mucho más cuidado y dan un sinfín de excusas enmarañadas para explicar por qué no llegaron a determinados lugares).
Ser swinger y ser infiel son dos cosas totalmente diferentes, como habrás podido ver. Pero ambas coinciden en ser la forma de vida que eligieron.
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