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7 cosas que aprendí de mi mamá que me convirtieron en la mujer de hoy

Sinceramente no entendí las lecciones que me dio mi mamá hasta que fui una adulta, solo ahí me di cuenta de lo importante que había sido ella en mi vida.

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Todos sabemos que las madres son importantes, (yo diría indispensables) pero nunca tomamos en serio sus consejos porque son muy grandes para entender el mundo de hoy o porque seguramente no entiendan lo que pasa por nuestra cabeza…

La realidad es que si lo saben, de hecho, las mamás lo saben todo, saben lo que pensamos, lo que sentimos y sobre todo conocen las intenciones que tienen los demás. ¡Es algo así como un superpoder!

Estas son algunas de las lecciones que me enseñó mi mamá…

1. Nunca duele demasiado

Cuando aprieta el corazón y la tristeza parece que no nos deja respirar, ¡mamá viene al rescate!

Después de muchos momentos de dolor, mamá me enseñó que no hay nada que un plato de patatas fritas o una salida de compras solo de chicas no solucione.

2. Toda naranja tiene su mitad

Cuando estaba desilusionada del amor y creía que las relaciones amorosas no eran lo mío, mamá me enseñó que todos tenemos un amor esperando por nosotros.

Quizá ahora no sea el momento, o quizá tengamos que pasar por varios desafíos para aprender de qué se trata el amor y así poder amar libremente.

3. Zapatos blancos al trabajo NO

Fashionista como pocas mi mamá me enseñó la clave del buen gusto y también me dijo que nunca lleve zapatos blancos a la oficina.

Si bien es un color hermoso, también es muy sucio, por lo que seguramente a media mañana mis zapatos seas grises en lugar de blancos.

4. La práctica hace al maestro

Siempre repetía: “Si lo que estás haciendo no logras hacerlo bien, debes repetirlo hasta que te salga”.

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No es una mujer perfeccionista, pero me enseñó a no rendirme y a que la palabra fracasada estaba fuera de mi diccionario.

5. Las mujeres son independientes

Siempre me enseñó a valerme por mí misma. Recuerdo que en mi primera cita me dio dinero por si tomaba un helado y el chico que me invitó no quería pagarlo.

“No tienes que depender de nadie” era su lema.

6. No importa lo que pase, debes creerle a tus hijos

No importa lo descabelladas que suenen sus historias, debes confiar en tus hijos, ellos sienten que tu eres su refugio e irán a contarte cosas que no se animan a decirle a nadie en el mundo.

7. Puedes ser lo que quieras ser

“Sea lo que quieras ser en tu vida, deberás esforzarte para ser la mejor, no por los demás, por ti”.

Mamá me enseñó a caminar hacia adelante, mirando al frente con la cabeza en alto, orgullosa de lo que soy y de lo que tengo.

¡Grande Má!

Y a ti… ¿Qué  te enseñó tu mamá?