¡No podemos culparlos! ¡Claro que no! Nosotras también tenemos nuestras cosas por hacer cuando estamos solas en casa y ¡qué a gusto! ¡Qué bien nos vienen esos momentos en solitario!
5 cosas que ellos hacen cuando están solos en casa

Pero lo que nosotras hacemos ya lo sabemos. Ahora descubramos lo que ellos hacen cuando no hay nadie en casa, te sorprenderás porque no hacen lo que te imaginas...

#1 Toman una siesta
Para muchos es el momento ideal y el motivo no es precisamente porque no hay nadie y todo está en silencio (que también), sino porque se sienten libres de culpa.
Mientras tú estás rondando por toda la casa haciendo una y otra cosa él no puede simplemente no hacer nada y marcharse a dormir la siesta tan tranquilamente. Y, cuidado con el dato “la siesta en el sofá”, nada de ir a la cama.

#2 ¿Una copa? Sí, por favor
Otra de sus acciones, un vaso de whisky con unos cubos de hielo, una copa de coñac o algo similar para según se cree, relajarse y sentirse muy a gusto.
No falta aquel que ha dejado de fumar pero tiene su cajetilla de cigarros escondida en algún rincón secreto y aprovecha la ocasión para fumar uno a solas.

#3 Una ducha con juego
Tomar una ducha caliente cuando no hay nadie en casa puede ser un verdadero placer y nunca mejor dicho; esto es porque la completan 3 ingredientes especiales, uno el canto, los hombres cantan y se menean bajo la ducha sin pudor alguno. El segundo es que lo hacen con la puerta abierta y el tercero es que no dejan pasar la ocasión para juguetear con sus genitales, lo que quizá lleve a un cuarto ingrediente ¿lo adivinas?

#4 Reparaciones sin más
Algo de trabajo también hacen; y es que muchos hombres no quieren arreglar nada de lo que las mujeres les pedimos cuando estamos en casa, prefieren hacerlo tranquilamente a solas.
Cuando se quedan solos en casa por fin se ponen manos a la obra, gracias a lo cual cuando nosotras regresamos les decimos todo tipo de halagos.

#5 ¡A comer se ha dicho!
¡Y claro que comen! Pero nada saludable ni que hayan preparado ellos mismos; es la oportunidad de oro que estaban esperando para ordenar comida chatarra de esa que nunca queremos comprar; así es que se despachan a gusto.
Ya ves, no hacen una fiesta en casa como nosotras imaginamos, sino que disfrutan de pequeños placeres.








