Vuelve la extravagante Lady Gaga, esta vez para una sesión de fotos artística. Después de una temporada de premiación en la que estuvo nominada a los premios Óscar y de la que salió galardonada con varios Grammy, tuvo la oportunidad salir en la portada del volumen de marzo de V Magazine y deshacer su look al natural.
Lady Gaga se transformó en una muñeca viviente: las fotos son surrealistas


Lady Gaga se transformó en una muñeca viviente: fotos
No es la primera vez que Lady Gaga es portada de la revista (lo ha hecho 25 veces más), pero sí es la primera vez que trabaja con Jean-Paul Goude. El fotógrafo y artista gráfico francés se define por sus sesiones de fotos originales y surrealistas.
La de Gaga no es excepción. Para lograr el look que V Magazine definiría como «una María Antonieta intergaláctica», el fotógrafo la vistió de negro, con un largo vestido strapless, de escote profundo, y con guantes en el mismo tono. La adornó con accesorios coloridos: un abrigo gigante de plumas rosas, una corona inspirada en alguna tribu indígena, también de plumas y con detalles en color plata, y collares variados.
Tampoco se olvidó de darle el toque guerrero, haciendo que tomara en sus manos (y también en su boca) unos tubos de luz de color rojo. El maquillaje expresa esta necesidad a la perfección, con marcas negras y rojas alrededor de sus ojos. El fotógrafo explicó:
Tratamos de convertir a Gaga en una muñeca viviente, en un ícono viviente, como las estatuillas que las personas coleccionan y ponen en sus repisas, pero a tamaño real.
Para la siguiente fotografía, Gaga se cambió a un vestido plateado de caída ancha, que combinó con unas altísimas plataformas de taco aguja en el mismo color. Lleva una peluca que le da la vibra de María Antonieta, con un montón de volumen y varios rulos incrustados. Las plumas que salen por encima de la peluca le dan el detalle salvaje, además del tubo que está sosteniendo con las manos, en una posición de lucha.
En la primera mirada, parece una foto del backstage: se ven los focos y demás elementos necesarios para una sesión profesional. También hay un par de personas detrás acomodándole el cabello. A la izquierda, un hombre cubierto por la paja usada para utilería está sentado en una silla, mirando la escena. Todo esto forma parte de la ingeniosa fotografía de Goude.
Gaga no es extraña a la estética extravagante. En una entrevista anterior con V Magazine, había declarado que, diez años atrás, cuando todavía comenzaba su carrera, estaba tratando de hacer algo nuevo de ella misma. «Mira, cuando tenía el pelo oscuro, me llamaban Amy Winehouse. Cuando era rubia, Madonna. Después me llamaron Christina, después Gwen.»
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