Probablemente todos conozcamos a Ascot por una cosa: los sombreros. Y es que Ascot es la fiesta de los sombreros, más allá del hipódromo, los caballos y las carreras.
Ascot: la fiesta de los sombreros


Las carreras de Ascot cumplen más de 300 años de vida y es una de las más conocidas alrededor del mundo, no solo por su majestuosidad, sino también por la moda.
Los sombreros de Ascot
El Royal Ascot dura cinco días, y se celebra a finales de junio. Allí no solo se hacen apuestas sobre el caballo ganador, sino también sobre qué color utilizará la Reina en su sombrero.
Ascot se encuentra en el campo inglés, a pocos kilómetros del castillo de Windsor, y es aún propiedad de la Corona, por lo que es una fiesta íntimamente ligada con la monarquía.
La Reina llega en carro tirado por caballos, en ocasiones presenta los premios, y es una ferviente admiradora de los caballos, ya que lleva asistiendo a las carreras desde antes de comenzar su mandato en el año 1952.
Plumas, perlas, bordados y hasta envoltorios de chocolate son utilizados para hacer estas obras de la moda y en cierta forma de la arquitectura que se exhiben en el llamado Día de las Señoras.








