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Ariel Winter lució el mismo vestido que Kylie Jenner y tienes que saber lo que sucedió luego...

¿De qué estamos hablando? 

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Fueron los Emmys  y, como en toda alfombra roja, los críticos de moda eligieron a sus víctimas y a sus venerados. Claro que las principales protagonistas para los opinólogos de la moda siempre son las mujeres y, mientras actrices como Kristen Bell y Emilia Clarke fueron elogiadas por sus aciertos, a Ariel Winter no le fue igual.

Hace unos días, para la semana de la moda de Nueva York, Kyle Jenner lució un vestido de Yousef Al-Jasmi. Con tela plateada y al cuerpo, un vestido muy similar al de la menor de las Jenner volvió a aparecer en la alfombra roja de los Emmys, pero esta vez la modelo era Ariel Winter, la actriz de The Modern Family. ¿La única diferencia? El largo.

Imagen Getty Images

Bien sabemos que para los fanáticos de la moda hay dos pecados capitales (si fuese parte de ese mundo me habrían echado hace mucho tiempo): repetir el mismo vestido y repetir el mismo vestido de alguien más.

Bien, tal vez no son pecados capitales, pero que eso llama mucho la atención a los fashionistas y les da tema del que hablar, no lo podemos negar.

Pero con Ariel Winter la cosa ha ido un poco más lejos. Porque las críticas no se centran solo en la repetición de vestido. Parece ser que vivimos en un mundo donde no podemos ser libres con nuestro cuerpo. O bien, seamos libres, pero atengámonos a las consecuencias de críticas, que más que críticas son opiniones absurdas y desmedidas.

Pues parece que si tienes curvas, no tienes derecho a mostrarlas, o sí, pero luego no te quejes si eres víctima del bullying.

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O por lo menos eso le sucedió a Ariel, pues la consigna en las redes sociales fue “¿a quién le quedó mejor el vestido?” y “Ariel Winter aprende a cubrir tus curvas”.

“Alto al odio”

No hace muchos días, la actriz de 18 años optó por descargarse en su cuenta de Instagram.

“Cada vez que alguien me hace bullying online, me da una oportunidad de enfatizar a mis fans y a mí lo importante que es aceptarse a una misma. A quienes dicen esas cosas hirientes en mi Instagram, gracias por esa oportunidad. Pero lo que me pregunto a mí misma cada vez que leo esos comentarios, es que si así le hablan a un extraño en internet, no puedo imaginar cuán crueles se hablan a ustedes mismos. Alto al odio. Acepta todo de ti, y entiende que son tus defectos son los que hacen una mejor versión de ti mismo. Amo a mis fans, y amo a quienes me hacen bullying, porque lo que ellos verdaderamente necesitan es amor”.

No es la primera vez que Ariel Winter recibe críticas por su atuendo y por lo mucho que muestra. Y lo complicado es que la mayor parte de las veces son opiniones que nada tienen que ver con el diseño, sino más bien con la idea naturalizada de que hay atuendos adecuados para chicas plus size y otros para las más delgadas. Ideas que parecen querer hacernos creer que debemos avergonzarnos por nuestro cuerpo. Que solo aquellas chicas que lucen el cuerpo que los estándares de belleza nos han querido mostrar como correctos, como “lindos”, pueden vestir lo que se les dé la gana, mientras las otras debemos ocultarnos, no “ridiculizarnos”.

Seamos sinceras

 A lo largo de la historia la concepción de belleza ha cambiado. Más curvas, menos curvas, lo que diga la balanza, lo que digan los carteles de lencería, lo que diga la televisión y la semana de la moda. Eso es tan solo un estándar completamente cultural, que nada tiene que ver con lo realmente bello.

La belleza está en nuestra personalidad, en el amor propio y en cómo nosotras mismas llevamos y vemos nuestro cuerpo. En una comodidad que vaya más allá de lo que creemos que a los demás les va a gustar. En una comodidad que no sea lo que los demás crean que debemos llevar, sino lo que nosotras realmente queramos y decidamos lucir.  

Y dejemos de competir por quién es la más bella o por quién está mejor vestida, mejor recordemos que somos únicas e irrepetibles... 

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La mayor parte del tiempo los críticos más duros somos nosotras mismas.

Así que empecemos por querernos, por disfrutarnos tal cual somos, por cuidarnos y valorarnos. Dejemos en paz a quienes ya aprendieron a quererse y llevemos por ese camino a quienes todavía no.

Gracias, Ariel Winter. Y chicas, una vez más, ¡somos únicas e irrepetibles! No importa el vestido ni la talla que llevemos.