Cuando estás por convertirte en mamá es inevitable pasar horas imaginando cómo será ese pequeñito que viene en camino. ¿Tendrá tus ojos o los de tu pareja? ¿Y si fueran totalmente diferentes a los de los dos? Aunque se trata de un fenómeno poco común, es posible que unos padres con ojos marrones tengan un bebé con ojos claros.
Tu bebé podría nacer con los ojos claros aunque tú los tengas cafés, un experto explica por qué

A muchos nos enseñaron en la escuela que nuestra apariencia se define por genes dominantes y recesivos. Es decir, que si una mamá era baja de estatura y un papá era alto, pero el gen dominante es ser alto, era probable que su hijo también fuera alto. Pero en años recientes se ha descubierto que la genética funciona de manera mucho más compleja, y no es tan sencilla de predecir.
El color de nuestros ojos está definido por nuestros genes, quienes establecen la cantidad y calidad de melanina que tendrá el iris del ojo. Entre más melanina, el iris será más oscuro. Y entre menos posea, más claros serán. Como lo explica el sitio Genetics Home Reference.
El color café es el gen dominante, y por ello la mayoría de las personas cuentan con ojos marrones. Pero la herencia no es tan directa: aunque dos genes son los mayores responsables de elegir el color de nuestros ojos, un estudio científico de la Universidad Kettering descubrió que en esta elección participan más o menos 16 genes diferentes.

En efecto, existen los genes recesivos y dominantes, pero su funcionamiento no es tan evidente como para sólo vernos a los ojos y saber cómo serán los del pequeño. Como explica BBC, un gen puede manifestarse de diferentes maneras (conocidas como alelos), las cuales son dominantes o recesivas. A su vez, las personas pueden ser homocigotos o heterocigotos.
Los homocigotos son quienes portan dos copias del mismo alelo, mientras que los heterocigotos cuentan con dos alelos diferentes. Un gen recesivo (como los ojos claros) sólo aparecerá si el bebé es homocigoto para el alelo recesivo. Y un rasgo dominante se presentará si la persona es un heterocigoto por el alelo dominante.
¿Confuso? Sí, un poco. ¿Es posible que sepamos toda esta información con vernos en el espejo? Lamentablemente, no.
Por esta razón es imposible saber a ciencia cierta de qué color serán los ojos de tu nene. Porque aunque tu pareja tu tengan los ojos marrones, él o ella podría nacer con ojos azules. Y viceversa, si tienen los ojos claros, el pequeño podría nacer con un iris oscuro. Aunque este último escenario es todavía más inusual que el primero. Por ello es que las probabilidades más altas de aparecer las tiene el color marrón.
También recuerda que el color de ojos de los bebés puede cambiar con el paso de los meses, así que sólo el tiempo lo dirá.
Seguro te interesará:









