La emoción te desborda, ya tenés preparada toda la lista de materiales y elegiste la mejor mochila para la ocasión. Le sacás una foto y cuando está a punto de cruzar la puerta, tu entusiasmo se terminó: tu hijo se puso a llorar en la entrada al jardín de infantes.
Tips para ayudar a tu hijo a adaptarse al jardín

Que tu hijo no se quiera quedar en el jardín y que no escuche a sus docentes, es el tema que invade las conversaciones con tus amigas. Para saber cómo ayudar a tu hijo a adaptarse al jardín, quedate frente al monitor de tu computadora porque te daremos todas las respuestas, ¡a continuación!

#1 La confianza
Todo lo que sientas vos se lo vas a transmitir a tu hijo. Aunque sea chiquitito y todavía no hable, tus sensaciones, tus comentarios y tu opinión, influyen directamente en la conducta del nene.
Si lo llevás al jardín de infantes no muy convencida, seguro que tu hijo no va a querer quedarse. Sin embargo, si tomás una actitud más relajada y te animás a confiar en la institución que elegiste, seguro te va a ir mejor: tu hijo va a sentir un clima de tranquilidad. "Si mi mamá está tan segura de dejarme, no puede ser malo", pensará él.

# 2 El objeto
Salir de la zona de confort de su casa para encontrarse con un espacio donde, lejos de ser el único, deberá convivir con más chicos es, sin duda, una experiencia difícil.
Para contactar sus dos mundos es una buena idea que, antes de ir al jardín, le pidas a tu hijo que elija el juguete que más le guste para mostrarle a sus docentes y amiguitos. Así, el objeto servirá como nexo: al igual que él, su juguete irá de su casa al jardín sin problemas.
Fijate que no elija el objeto con el que más apego tiene porque siempre está la posibilidad de perderlo.

# 3 Ser mediador
Durante los primeros días en el jardín de infantes, es probable que tengas que quedarte dentro de la sala junto a las docentes y los niños. No es para observar y controlar, por el contrario, es para que puedas actuar como nexo entre el mundo de tu hijo y lo que está por venir.
Decirle: "Llevale esto a tu maestra" o "pedile a ella porque yo no sé dónde está", son algunas formas simples de demostrarle a tu hijo que, para estar en el jardín, necesitará confiar con sus docentes. ¿Te animás a probar hacerlo?

# 4 Anticipar
Como te contamos en el manual básico para comprender a los nenes de 2 años, los chicos necesitan rutinas y hábitos para sentirse seguros.
Contarle antes lo que luego sucederá también puede volverse una rutina: anticiparle a tu hijo que irá al jardín, que va a estar contento y que luego lo irás a buscar y volverán a su casa, es un modo para que, de a poco, comience a incorporar los cambios.
Ahora te anticipo yo: es posible que, cuando le digas que irá al jardín, te diga muy contento que sí. A pesar de esto, es normal que, al ingresar a la escuela, vuelva a llorar y a angustiarse. ¡A no desanimarse chicas! Con el tiempo y la combinación de tips, se sentirá tranquilo y feliz.

# 5 Los dibujos
Cuando son más chiquitos y no pueden hablar, a los hijos se les hace difícil explicar lo que les pasa. Por eso, el dibujo es una buena opción para que, de a poco, pueda liberar las emociones que siente.
Así como podés dibujar en tu casa situaciones como nenes yendo a la escuela, también es una buena idea ofrecerle a las docentes que, cuando llega, dibujen a su familia y su casa.
Creeme, ¡me sirvió muchas veces!

Bonus track: a no olvidar
Algunos recursos pueden ayudarte muchísimo: cantá las canciones del jardín, leéle libros de nenes a los que le sucede lo mismo que a él e informate sobre cómo ayudar en la adaptación y algunas claves para que el jardín de infantes sea un aliado.
¿Te sirvieron estos consejos? ¿Te quedó alguna pregunta para hacer? ¡Contame!




