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Alimentación Infantil

¿Sabes qué leche darle a tu bebé? Son tantas opciones que es fácil confundirse

Publicado 31 Mar 2020 – 07:19 PM EDT | Actualizado 31 Mar 2020 – 07:19 PM EDT
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Cuando se trata de la alimentación de un recién nacido, las opciones de leche son generalmente simples: leche materna o fórmula (o una combinación de las dos). Sin embargo, cuando los bebés llegan a la infancia, las opciones crecen mucho más ofreciendo una amplia gama de posibilidades.

Entre tantas opciones, es normal que existan mitos, desinformación y opiniones divididas (incluso entre los profesionales de la salud). Con el fin de que conozcas cuál es la mejor opción y todas las alternativas que existen, te presentamos la guía definitiva del interesante mundo de la leche.

Antes de comenzar, es importante definir cuándo debemos cambiar la leche materna por fórmula u otras alternativas y cual es la dosis adecuada que tu pequeño debe consumir.

¿Cuando tengo que dejar de amamantar?

Mientras que la Academia Americana de Pediatría recomienda introducir alimentos sólidos alrededor de los 6 meses de edad (con la eventual adición de productos lácteos como yogur y queso); en el caso particular de la leche, los especialistas recomiendan ofrecerla hasta el primer cumpleaños del bebé.

Esto, argumentan, asegura que su sistema digestivo sea lo suficientemente maduro para manejar grandes cantidades de proteína de leche. "Este alimento es una gran fuente de calcio, vitamina D, potasio y proteínas, todos ellos son importantes para un niño en crecimiento", explica Kristi King, M.P.H., R.D., dietista del Hospital Infantil de Texas.

Si al llegar a esta edad sigues amamantando a tu pequeño, los especialistas aconsejan que continúes con esta actividad, siempre y cuando resulte positiva para ambos.

Aún así, es importante que tengas en cuenta que la leche materna no otorga las mismas propiedades que la de vaca, por lo que tendrás que asegurarte de incluir otras fuentes nutricionales que puedan proveer a tu bebé de todos estos beneficios.

¿Cual es la cantidad adecuada?

Según un estudio elaborado por la A.A.P y publicado en el grupo de investigación Healthy Eating, los niños de un año de edad deben beber entre 16 y 24 onzas de leche entera diariamente.

Esto da paso a que los pequeños disfruten de los beneficios de este alimento, pero que también dejen espacio para muchos otros nutrientes provenientes de otras fuentes como frutas y verduras.

En cambio, para los niños entre 2 y 3 años, los expertos recomiendan dos tazas de leche cada día, y 2.5 tazas para los pequeños de entre 4 y 5 años.

¿Entera o deslactosada?

Los expertos en nutrición infantil, recomiendan que los niños de 1 año en adelante, beban leche entera "para que obtengan la energía y la grasa que sus cuerpos necesitan para desarrollarse correctamente", explica el Dr. Jonathon Maguire, M.D., pediatra e investigador del Hospital St. Michael en Toronto.

A partir del segundo año, será necesario cambiar a leche deslactosada con el fin de disminuir la ingesta de grasas saturadas.

No obstante, las directrices del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre dicen que si el pequeño está creciendo adecuadamente y consume suficientes grasas saludables, puede empezar a tomar leche reducida en grasa a partir del primer año.

Al igual que muchos debates en la comunidad científica, hasta la fecha, no hay alguna investigación que pruebe que una es mejor que la otra. Por lo tanto, los especialistas recomiendan que tomes esta decisión junto con tu pediatra, basándote en el panorama general de crecimiento y dieta de tu pequeño.

No compres leche sin pasteurizar

Si alguna vez has pensando comprar leche cruda o sin pasteurizar en aquel mercado local de tu comunidad, necesitamos que sepas que los expertos en salud pública y pediatría opinan, unánimemente, que es una muy mala idea, especialmente para los niños pequeños.

"La leche cruda puede ser un pozo negro para las bacterias que causan enfermedades transmitidas por alimentos, algunas de las cuales pueden ser mortales", dijo King, dietista del Hospital de Niños de Texas.

Asimismo, los especialistas explican que este tipo de leche no brinda más beneficios para la salud que la leche pasteurizada, por lo que es mejor evitarla. Ten cuidado.

Soy vegana ¿qué hago?

Si tu hijo tiene alergia a los productos lácteos, es intolerante a la lactosa, no le gusta la leche o simplemente prefieres alimentarlo bajo otro régimen nutricional, es importante que busques otras alternativas para suplir las vitaminas y minerales que aporta este alimento.

Alimentos como aguacate, aceites, nueces, frutas y verduras, pueden ofrecer una mezcla saludable que le brinde a tu pequeño todo lo que necesita. Trata de buscar opciones que le gusten y que sean fáciles de conseguir.

Otras alternativas

La leche de cabra y la que se obtiene de plantas y semillas son una excelente opción si no quieres que consuma leche de vaca. La primera es un poco más alta en proteínas, grasas, calcio y otros minerales a diferencia de la que proviene de los bovinos, sin embargo, también suele ser el doble o triple de costosa. Tómalo en cuenta.

Por otro lado, la leche a base de plantas, aunque también cumple con todos los requisitos, los especialistas aconsejan que solo sea administrada cuando el pediatra así lo solicite, o en caso de que el pequeño pertenezca a una familia vegana.

Ya sea de soya, almendras, chícharo, arroz, avena o coco, todas estas opciones pueden ser ideales si quieres otras alternativas de alimentación.

Ya que conoces todas estas opciones, te recomendamos comentarlas con tu pediatra para que juntos, decidan cuál es la mejor opción nutrimental para tu pequeño.

Recuerda que una alimentación rica en vitaminas y minerales, es vital para que crezca correctamente y sea un adulto sano y fuerte. No lo olvides.

Conocías todas estas alternativas? Cuéntanos en los comentarios.

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