Pensaba que nunca iba a tener hijos, pero la vida me sorprendió

Yo siempre fui de las que decía: "¡Nunca pero Nunca voy a tener hijos!"

Lo decía desde muy chica, hasta los 22 años. Y fue un 18 de febrero cuando me hice el test y ahí estaban las dos rayitas diciéndome: ¡claro que sí!

Me encontré con que no estaba preparada para tal desafío; no tenía un empleo, ni siquiera el Secundario terminado. ¿Qué iba a hacer? Para ese entonces, tenía 22 años.

Decidí ocultarlo. Oculté mi embarazo, salvo al papa obviamente. Ese año me dediqué a terminar mi último año de Secundario, todo para un mejor futuro para mi bebé.

Finalmente me tocó contarlo en la familia, a los 5 meses de embarazo. Apenas se me notaba la panza: todos quedaron muy felices, pero aun así, muy preocupados.

El 26 de octubre, después de varias idas y venidas del hospital, nació Elías Fabrizio con 3,870 kg por cesárea. 

Siempre creí que las mujeres exageraban su dolor, pero no, es tal y cual lo oyes, doloroso, pero hermoso a la vez. En diciembre de ese año terminé el colegio, con mi bebé de dos meses apenas.

No fue fácil, hasta el dia de hoy no lo es; duermo la mitad de las horas, es muy difícil sentarse a ver una película -difícil, no imposible- Ahora mi bebé tiene 5 meses y yo estoy en primer año de profesorado de lengua. Recién empecé pero me esta yendo muy bien!

Mi hijo, además de darme un amor que no conocía y es más fuerte que nada, me dio ánimos de seguir una carrera, de progresar, por mi y por él.