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Operaciones más comunes en niños

A todos los padres les da miedo la idea de que su hijo, tan pequeño y frágil, tenga que someterse a una cirugía. Sin embargo, existen muchas operaciones comunes en niños que en general no entrañan ningún problema, sino que más bien traen beneficios para su salud.

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¿Cuáles son y cómo debemos prepararnos para ellas?

Cirugías comunes en niños

  • Hernia del cordón umbilical: Se debe realizar cuando la cicatriz del cordón umbilical no cierra apropiadamente.
  • Amigdalectomía: En esta operación se extraen las amígdalas si el niño sufre de apnea del sueño o si suele tener infecciones durante tres a seis meses continuos.
  • Criptorquidia: Se realiza en niños cuyos testículos no han descendido.
  • Circunsición
  • Apendicitis: Si en el lado inferior derecho del abdomen, conocido como punto de McBurney, se produce dolor, hay que extirpar el apéndice ya que está infectado o inflamado. La operación se realiza de inmediato, y hoy en día incluso se puede hacer con laparoscopia, que es menos invasivo.
  • Miringotomía: Es la segunda operación más común en niños, y se debe realizar cuando hay constantes infecciones de oído producidas por líquido.
  • Atresia biliar: Es una condición en la que la bilis no se expulsa del todo del hígado debido a una malformación congénita. La cirugía vuelve a reconstruir y conectar los conductos biliares.
  • Malformación congénita quística adenomatoide: Consiste en que un lóbulo del pulmón no se desarrolla adecuadamente, formando un tejido anormal que no permite el correcto funcionamiento. Se ve desde el embarazo, se revisa con minuciosidad, y se opera una vez nacido el niño.
  • Atresia esofágica y fístula traqueoesofágica: Condición en la que la tráquea y el esófago del bebé no se desarrollan completamente, por lo que es necesario cirugía para conectarlos.
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Cómo preparar a tu hijo para una operación

Es importante preparar a nuestros hijos para una cirugía, de forma que entiendan qué se les va a hacer y se sientan tranquilos. La clave es la información, que lógicamente deberá estar a la altura de la comprensión del niño. No debemos utilizar lenguaje que pueda asustarlo -coser con una aguja, abrir al medio, cortar-, también debemos tranquilizarlos diciendo que muchos otros niños tienen ese mismo problema y se curan perfectamente.

Además, nosotros mismos debemos mostrarnos tranquilos y seguros, ya que si el pequeño nos ve nerviosos, probablemente él también lo estará. Hoy en día, la medicina ha avanzado mucho, y muchas de las cirugías que se hacen a los niños significa que ese mismo día se pueden ir a casa; así como también se le permite a los padres estar todo el tiempo con el niño -excepto, lógicamente, durante la operación-. Es importante que los padres hablen cualquier preocupación que tengan con el médico, enfermeras y cualquier persona dispuesto a ayudarle.

Los niños suelen temer al dolor, por lo que debemos explicar también que se le dará una anestesia. Es importante aclarar que es como un sueño muy profundo en el que no sentimos nada, y que además, luego despertamos fácilmente. Debemos recordarle al niño que estaremos con él cuando despierte.

En el caso de los adolescentes, tienen miedo a la desfiguración física -cicatrices-, a no despertar de la anestesia o a ser ridiculizados por sentir dolor en el post operatorio.

En caso de que tengamos que operar a nuestro hijo, lo importante es mantener la calma, sacarnos las dudas e intentar pensar en positivo. Como ves, existen muchas operaciones comunes en niños, que son simples y suelen salir bien.