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Mis secretos para controlar las rabietas de mi hijo

Ir de compras con un niño puede ser algo divertido o aterrador si se le da por tirarse al suelo y tener una rabieta en público. Creo que todas las mamás pasamos por este trance en algún momento con nuestros hijos pequeños y en el súper.  Hoy quiero darte mis secretos para controlar las rabietas de mi hijo en el supermercado, espero que a ti te sirvan igual de bien que a mí. 

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Ante todo comprensión

Hay muchos profesionales de la educación que aconsejan ignorar al niño cuando tiene una rabieta. ¡Nada de eso! Una cosa es ignorar y otra cosa muy distinta es mantener la calma, y lo que hay que hacer es mantener la calma pero intentar entender qué le causa tanto malestar.

Recuerdo el día en que mi hijo, cuando aún no hablaba pero sabía lo que quería, tuvo una rabieta importante en medio del supermercado. Lo que hice fue respirar hondo, sacarlo del carro, cogerlo en brazos y preguntarle qué le pasaba. Obviamente no me respondió, pero el solo hecho de darle un beso y hablarle con voz suave lo calmó. Paseamos cogidos de la mano y pude evitar el círculo vicioso de lloros y pataletas, lo que me ayudó ese día a acabar la compra tranquila y que mi hijo no se enfadara de forma innecesaria. Recuerda que se puede ser firme y cariñosa al mismo tiempo.

Ver también: Por qué poner freno a los caprichos de tu hijo

Imagen Thinkstock

No pensar que son rabietas

Otra de mis técnicas es no pensar que se trata de una rabieta, considero que es una palabra que está muy cargada de connotaciones negativas y que pone a los niños como si fueran manipuladores o caprichosos mientras lo único que quieren es que les entendamos algo que no saben cómo expresar.

Los niños no entienden aún el mundo que les rodea y su inmadurez les hace necesitarnos para entenderlo, lo último que debemos hacer es ponernos nerviosos o intentar callarlos con un grito o cualquier otro gesto negativo.

Como el día de la compra mi hijo sólo quería salir del carro porque estaba agobiado, después de andar un poco y olvidarnos de la compra, pudimos continuar los dos contentos. ¿De qué me servía tenerle en el carro agobiado y cansado de estar sentado? En lugar de irnos le di la alternativa de caminar un poco antes de volver al carro.

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Es muy importante ver las señales que te da tu hijo antes de sentirse incómodo o molesto, así podrás actuar con tiempo antes de entrar en conflicto. Después tienes que verbalizar siempre lo que está ocurriendo y buscar soluciones sin entrar en enfados o malos modos. Debes recordar que a tu hijo aún le faltan estrategias comunicativas para poder expresar cómo se siente.

Seguir leyendo: Rabietas infantiles: ¿Niños con personalidad o solo pataletas?

María José Roldán tiene una diplomatura como Maestra de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica) cursada en la Universidad de Barcelona, España, en la Facultad de Formación del Profesorado. Además, es licenciada en Psicopedagogía por la UOC (Universidad Abierta de Cataluña, España). Desde el 2008 trabaja en contacto con el sector educativo y brinda asesoramiento individual a padres y madres.