Lifestyle

Mi reencuentro con mi lado femenino luego de ser mamá

Al recordar cuando mi bebé era pequeño voy enlazando ideas y recreando imágenes de aquel entonces. Parece que fue hace una eterinidad, cuando en realidad fue hace poco más de dos años.

PUBLICIDAD

A mi editora le resultó muy graciosa mi frase del "sensor de movimiento" en la columna  Cómo sobreviví a los primeros meses de mi bebé. Allí mencionaba mi teoría de que los bebés tienen un sensor de movimiento conectado a la puerta del baño. Pero indagando un poco más en el tema, o mejor dicho haciendo memoria, me di cuenta de que el sensor de movimiento va más allá de la puerta del baño.

Supongo que si eres mamá más de una vez has querido tener un ratito para ti, para pensar, disfrutar de una taza de café, charlar con una amiga e incluso cosas tan básicas como depilarte o bañarte. Estas cosas tan simples pueden ser una tarea imposible, siempre que las mamás nos ponemos en modo "off" escuchamos el llanto del bebé o una tierna e impertinente (es broma lo de impertinente) vocecita que dice "mamáaaa". Es como que nuestro "botón" de "switch off" estuviera directamente vinculado con el de "switch on" de los pequeños.

Al principio nos cuesta mucho priorizar nuestras necesidades, apenas sentimos el llanto salimos corriendo a ver qué le pasa al pequeño, no importa qué estamos haciendo. Si estamos en medio de una ducha salimos todas enjabonadas envueltas en una toalla, si estamos lavando nuestros dientes o cocinando dejamos todo y vamos a verle. Primero está él o ella.

Con el tiempo y también porque nos vamos dando cuenta de que necesitamos preocuparnos y cuidarnos a nosotras mismas, vamos generando cierta tolerancia y resistencia a salir corriendo. Más aún si sabemos que el pequeño está con el papá u otro familiar o amigo.

PUBLICIDAD

Ver también: Retomar la vida social luego de ser mamá

Imagen Thinkstock

Reencontrarnos con la mujer

¿Cómo volvemos a ser mujeres? No es que dejemos de serlo, solo que nos volvemos mamás y todo lo demás queda en suspenso, en muchos casos hasta nuestra femineidad. Está en nosotras comenzar a hacernos un ratito para descansar o ir al gimnasio, e incluso para pintarnos las uñas.

Una de las mejores formas de recuperar nuestra figura es haciendo ejercicio, si bien podemos hacer gimnasia en casa creo que la mejor opción es hacernos un ratito dos o tres veces por semana para ir a algún gimnasio que quede cerca de casa, así no solo estaremos haciendo ejercicio sino que saldremos un rato de casa, socializaremos con otras personas y seguro volveremos renovadas a nuestro hogar.

Te puede interesar: Cambios y recuperación del cuerpo después del parto

Muchas veces estamos tan ocupadas que nos olvidamos de disfrutar de pequeñas cosas, como por ejemplo, pintarnos las uñas. ¡Sí, pintarnos las uñas! Siempre bromeo con eso, pero es cierto, una cosa tan simple puede alegrarnos el día y cambiar nuestra perspectiva. Parece tonto, lo sé, pero cuando estamos cansadas y agobiadas una cosa tan tonta puede ayudarnos a relajarnos un poco y sentirnos mejor.

Cada una tiene sus secretitos para cuidarse y sentirse bien, es importante que a medida que nos vamos reencontrando con nosotras mismas los volvamos a implementar. Los primeros tres meses no son fáciles, pero una vez que pasan es como que nos sacamos un peso de encima y comenzamos a disfrutar un poco más.

A medida que van pasando las semanas y los meses, a medida que vamos recuperando energía y nos amigamos con ese nuevo cuerpo que nos dejó el embarazo, que probablemente tengamos que ejercitar para volver a su forma original, a medida que vamos asumiendo nuestro rol, a medida que entendemos que afortunadamente no estamos solas, que está el papá, los abuelos y los amigos, a medida que nos reencontramos con nosotras mismas, es que nos renovamos y volvemos a ser lo que éramos, pero sin duda alguna más felices que antes.

PUBLICIDAD

La maternidad es una hermosa experiencia, pero, como suelen decir, “no todo es color de rosas”, tiene sus altos y bajos, muchas mujeres no somos conscientes de los importantes cambios que se producen en nosotras, no solo hormonales, también físicos y psíquicos. Volver a reconstruirnos y asimilar todas esas emociones puede llevarnos un tiempo, mientras tanto es importante saber que tenemos gente que nos quiere y nos cuida.