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Los bebés son más limpios que los adultos a la hora de comer y este video lo demuestra

Si una mujer amamanta a su bebé en un restaurante, lo más probable es que le pidan que se retire a un lugar más privado para no incomodar a los demás. Si ver un par de senos te hace perder el apetito, entonces es probable que tú necesites ir a otro lugar.

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Vivimos rodeados de imágenes de senos para toda ocasión. Una Kate Upton en paños menores te quiere vender una hamburguesa, algunos desodorantes de hombres aseguran que su uso es capaz de atraer a una «manada» de mujeres en bikini, pero Dios proteja a los niños si ven a una mujer dándole de comer a sus hijos.

Dar de amamantar es una necesidad, los bebés, como todos nosotros, necesitan comer para vivir. Y amamantar no es tan «asqueroso» como mucha gente quiere que sea. 

Con  This Sucksel director Jon Lawton nos muestra claramente el doble estándar que tenemos a la hora de comer. Los asquerosos no son las mamás y sus bebés, somos nosotros.

https://vimeo.com/225439693

Un restaurante cualquiera es un circo de horrores al lado de un bebé y su leche. La mayonesa se escapa de las comisuras de la boca, comer ramen es casi imposible sin hacer un ruido infernal y ensuciarte toda la ropa, y la gente que habla con el bolo alimenticio en la boca es peor. 

Los bebés no hacen nada de eso y, es más, según Lawton «la alimentación de los bebés es, en comparación, la forma más elegante del acto». Y tiene razón, nunca vas a ver a un bebito masticando con la boca abierta ni enchastrándose las manos con grasa y condimentos como cuando comemos una hamburguesa, pero eso no nos detiene a la hora de juzgar, en vez de mirarnos en el espejo y darnos cuenta de que necesitamos usar servilletas de vez en cuando.