Luego de un nacimiento, familiares y amigos preguntan porque quieren saber: ¿El bebé se parece más a la mamá o al papá? Hay que esperar para ver un parecido físico con un hijo, pues el aspecto de un recién nacido va cambiando con el tiempo.
Los bebés parecidos a su padre pueden ser más sanos si se cumple una condición

¿Nació sanito? Es otra pregunta común y que, generalmente, se refiere a la salud física del niño o la niña. Igual de importante es la salud emocional, sin embargo, la gente no acostumbra a preguntar por eso.
El parecido físico entre un padre y su hijo y la salud emocional del niño tienen una estrecha relación. Un estudio titulado If looks could heal: Child health and paternal investment analizó la relación y concluyó que los bebés que se parecen a su padre al nacer están más sanos un año después.
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Los bebés que se parecen a su padre pueden ser más sanos

Los autores del estudio publicado en ScienceDirect se basaron en datos de familias con contexto frágil y la frecuencia de las visitas de los papás. Las conclusiones son bien interesantes para que todos, padres y madres que conviven y los que no, pasen más tiempo con sus hijos.
Las conclusiones del estudio explican que el parecido físico entre un padre y su hijo induce al padre a pasar más tiempo dedicado a la crianza positiva. Por lo tanto, el tiempo que se comparte tiene una repercusión en la mejora de la salud infantil.
Por el contrario, los papás que no se parecen a sus hijos tienden a pasar menos tiempo con ellos. Si bien no supone una desmejora de la salud de los pequeños, tampoco la potencia.
Beneficios de pasar más tiempo con los hijos

Uno de los autores del estudio, Solomon Polachek, aclara que “Las visitas frecuentes de los padres permiten un mayor tiempo para la atención, la supervisión y para la recopilación de información sobre la salud infantil y las necesidades económicas. Encontramos que tener un padre involucrado ciertamente ayuda.”
Del estudio se infiere que la buena salud de un hijo se debe, en una gran medida, al contacto cercano que pueda tener con su padre, pues influye de manera muy especial en la parte física y en la emocional. Es un todo que puede ser mucho más beneficioso para el niño de lo solemos pensar.









