El primer baño de un bebé es un momento muy especial. La mayoría de los pediatras aconsejan que el primer baño ocurra cuando se cae el cordón umbilical y es lo que todos solemos hacer. Sin embargo, ¿qué sucede después? ¿Es conveniente bañarlo todos los días? Al respecto, los expertos de la Clínica Mayo nos evacúan esa duda.
¿Los bebés necesitan bañarse todos los días? Conoce la frecuencia adecuada según su edad

Con qué frecuencia es conveniente bañar al bebé
Si bien es muy lindo bañar al recién nacido a diario para generar una rutina y ver cómo se acostumbra poco a poco al agua, no es conveniente hacerlo con tanta frecuencia. Bañarlo a diario puede provocarle irritación y resequedad en la piel. Por lo tanto, con que lo hagas tres veces por semana es más que suficiente, por lo menos hasta que el niño aprenda a sentarse y pueda mantenerse en esa posición en la bañera.
Si tienes mucho cuidado y limpias a diario su cuello, sus manitos y la zona del pañal, es más que suficiente. Recuerda que durante las primeras semanas no se ensuciará demasiado y solo será necesario higienizar esas áreas específicas con más cuidado.
Para cuando tu bebé pueda mantenerse sentado, entre los 6 y 7 meses, su piel ya no será tan delicada y podrás bañarlo todos los días, y si lo deseas aplicarle una crema humectante o aceite. Además estará más activo y necesitará bañarse con más frecuencia.

Otra cosa en la que muchas mamás pensamos es en el horario más conveniente. Según los expertos de la Clínica Mayo, eso dependerá de cada niño. Algunos pequeños tienen problemas para conciliar el sueño y necesitan relajarse por la noche. Es en esos casos que está aconsejado que el baño sea antes de dormir. Otros, que no tienen tanto problema en ese aspecto y desean que el niño esté más despierto, prefieren que sea por la mañana.
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Algunas cosas a tener en cuenta
Para no tener problemas al momento de bañar a tu bebé, debes prestar atención a ciertos detalles.
- Comienza siempre por lavar su rostro y después ponlo en la bañera. Ten presente que el niño puede orinar o defecar en el agua mientras lo bañas.
- Ten siempre a mano todos los elementos necesarios.
- Nunca, ni por un segundo, dejes a tu hijo solo en la bañera. Aunque haya poca agua, el niño puede darse vuelta y ahogarse.
- Prueba con el codo la temperatura del agua. Si está demasiado caliente puede provocarle quemaduras y si está demasiado fría puede hacerle daño.
- Ten en cuenta la temperatura de la habitación. Evita que haya corrientes de aire, pues pueden ser muy peligrosas.
Bañar al bebé es algo hermoso. Sigue estos consejos y disfruta del baño como tu hijo pronto lo hará.
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