Sabes que la lactancia es la mejor forma de alimentar a tu bebé en su primer año de vida. Sin embargo, puede que no conozcas la importancia de la toma nocturna, la cual tiene beneficios tanto para tu bebé como para ti también. Es cierto que amamantar en las noches es algo que, literalmente, te quita el sueño, pero bien vale el esfuerzo.
La importancia de la toma nocturna para una buena lactancia

¿Por qué la toma nocturna es importante?
El cuerpo humano es sabio y más aún, el cuerpo de una mujer que amamanta a su bebé. En las primeras semanas de vida del bebé, tu cuerpo genera tanta leche como tu pequeño demande. Por eso a cuanta más succión tienes más producción de leche, y las tomas deben ser más frecuentes.
La toma nocturna es esencial para cualquier recién nacido, porque la leche en la noche contiene mayor nivel de prolactina. Te preguntarás qué es la proclatina... es una hormona que aumenta la secrección de leche de las glándulas mamarias, por lo tanto tu bebé queda más satisfecho de alimento.

Para que la lactancia vaya bien, las tomas deben ser frecuentes, entre 8 a 12 tomas en 24 horas. Si tu bebé duerme mucho y tienes mucha leche, te aconsejo que la extraigas manualmente con un sacaleches por lo menos una vez durante la noche, para mantener la producción y evitar dolores.
Beneficios de la toma nocturna para el bebé y la madre
Que tu hijo haga su toma nocturna, te ayuda a prevenir obstrucciones en las mamas e incluso la tan dolorosa mastitis, que se ve favorecida por dejar pasar muchas horas entre toma y toma.
Además, luego de la toma nocturna, ambos descansan mejor, puesto que su ritmo de sueño se sincroniza.
Y no menos trascendente, amamantar a tu bebé implica cierta comodidad en cuanto a que solo tienes que buscarlo en su dormitorio, si es que ya no duerme al lado de tu cama, y ponerlo a tu lado para que se alimente.
Al principio puede ser difícil abrir los ojos en medio de la noche, pero el amor que tienes por tu hijo te motivará y disfrutarás de la conexión emocional que genera el amamantar.








