Los niños tienen mucho potencial pero se les debe enseñar a desarrollarlo para que no se piensen que no tienen capacidad. También es importante enseñarles cómo estudiar para que puedan mejorar sus resultados académicos y que al mismo tiempo encuentren el placer del estudio y el aprendizaje. Pero para que a tu hijo le vaya bien en los estudios, primero debes enseñarle a adquirir hábitos saludables en relación a su alimentación y rutina de sueño.
La importancia de la alimentación y el sueño en los estudios

Hábitos de alimentación
La comida más importante del día es el desayuno. Tu hijo no debería salir de casa temprano en la mañana hacia la escuela sin haber desayunado porque no tendrá la energía suficiente para prestar atención en clase. Por el contrario, se sentirá cansado y desmotivado. En cambio, los niños que desayunan antes de ir a la escuela tienen una mejor predisposición para afrontar la jornada escolar.
Para que tu hijo adquiera el hábito de desayunar todos los días, tú tienes que enseñarle los beneficios que tiene el consumir algunos alimentos temprano en la mañana, como por ejemplo las fibras y las proteínas, y la diferencia que tienen con respecto a los alimentos que no aportan ningún beneficio al organismo, como los productos de bollería industrial.
También puedes prepararle para que lleve a la escuela una pieza de fruta, frutos secos, yogur o un sándwich.
Ver también: Los 5 mejores cereales para niños

Hábitos de sueño
El sueño también juega un papel importante en las rutinas de estudio. Los niños que se encuentran en edad escolar necesitan dormir entre 10 y 12 horas durante la noche para poder estar al máximo en la escuela. Dormir menos horas de las recomendadas los puede volver irritables, desmotivados y cansados, todas cosas que sin duda harán que baje el nivel de atención en clase.
Si tu hijo no duerme bien por las noches o al levantarse se siente con sueño y cansado, es posible que esté durante el día esté sobreestimulado con la práctica de deportes, actividades extraescolares, o muchas horas de exposición a la tecnología.
Tanto la buena alimentación como las horas de sueño y las rutinas saludables, resultan primordiales para que un niño tenga un buen desempeño en la escuela.









