Es increíble la cantidad de estudios diferentes que se pueden realizar y las cosas que se les ocurre estudiar a los científicos que me parece bárbaro porque a mí no se me ocurrirían nunca. Ahora en un nuevo estudio realizado se pudo concluir que los niños que van en los carritos de espalda a sus padres pueden tener más problemas lingüísticos a largo plazo.
Ir de espaldas en el carrito afecta comunicación de niños

Además, se comprobó que estos niños tenían menos interacción con sus padres, y hablaban y reían menos que los niños que iban de frente a sus padres en sus carritos. Para el estudio se trabajó con 2.722 padres y sus bebés y se estudió a 20 bebés que eran paseados en carritos la mitad del trayecto de espaldas y la otra mitad de frente.
Cuando estaban de frente eran más propensos a hablar los padres con sus hijos y los niños se dormían con más facilidad, porque estaban seguros y relajados. El trabajo fue parte de la Universidad de Dundee, en Escocia y allí se notó que para muchos niños ir en el carrito de espaldas es una experiencia emocionalmente pobre.
Además, el pasar mucho tiempo en el carrito afecta al niño a la hora de comunicarse porque no lo puede hacer y es un momento en que su cerebro se está desarrollando a gran velocidad.
Ahora sería bueno que los fabricantes de carritos tomaran estos datos en cuenta y comenzaran a fabricar carritos prácticos donde el niño vea la cara de sus padres.
Vía | 20minutos





