Formas divertidas de probar que el Conejo de Pascua existe

A veces los niños pueden ponerte en un aprieto, sobretodo cuando empiezan a preguntarse acerca de la existencia de los seres mágicos, como las hadas, Papá Noel, y el Conejo de Pascua. Como yo creo en la magia y en las hadas, me ha sido más fácil sostener la creencia de mis hijas, sobretodo hoy en día, la de mi hija menor.

Recuerdo que cuando fuimos juntas al cine para disfrutar la película "El origen de los guardianes", se presentó un pequeño problema porque en la película aprarecía el "Hada de los dientes", como custodia de los dientes de leche de los niños, y en nuestras latitudes, creemos en el Ratón Pérez. Salí del paso explicándole a mi hija que los dientes de los niños que hablaban en inglés y otros idiomas eran retirados por las Hadas de los dientes, mientras que los dientes de los niños que hablaban castellano quedaban en custodia del Ratón Pérez. Respiré aliviada, cuando no contraatacó con otra pregunta.

Bogando por el Reino de la Fantasía y porque creer en la magia, hace extender las alas de la imaginación, te invito a sumarte a la cruzada y que te diviertas junto a tus hijos con estas formas de probar que el Conejo de Pascua existe.

El arte del photoshop al servicio de la fantasía

El sitio web www.capturethemagic.com les probará a tus hijos que el Conejo de Pascua efectivamente estuvo en tu casa. Simplemente debes subir una foto de cualquier habitación de tu casa y luego elegir entre docenas de imágenes; el sitio después superpone la imagen que elegiste a la de tu habitación y ya tienes una prueba fehaciente.

Cartas y llamados telefónicos

Nunca está de más el recurso de una carta, a la antigua, escribiéndola de puño y letra y enviándola por correo a una dirección inexistente, o utilizando una casilla de e-mail, que inventes para esta ocasión. En esa carta los niños pueden decirle qué huevo, porque hoy en día la variedad es sorprendente, quieren recibir.

Mientras los niños meriendan, realiza una llamada a tu teléfono de línea desde tu celular. Atiéndela y actúa como si estuvieras hablando con el Conejo de Pascua, confirmándole que los niños se han portado muy bien y merecen su sorpresa.

Dejando evidencias

Reparte por algunos lugares de la casa pequeños mechones de algodón, como si fueran pelos caídos del Conejo. Que no falten los efectos especiales, consigue un muñeco de peluche y escóndelo detrás de una puerta, de manera tal, que sólo se vea una parte de su rabo y sus patitas o sus orejas. Sácale una foto y luego muéstrales la foto, ¡qué suerte que justo pasabas por allí cuando el conejo trataba de esconderse!

Para los más intrépidos

Siempre hay un amigo dispuesto a hacer cualquier cosa por los niños. Pídele que se disfrace de Conejo, toque a tu puerta, entregue la canasta llena de huevos, se saque una foto con tus hijos, y sin decir palabra, desaparezca tan rápido como llegó.

Y después de toda esta producción, tómate un tiempo para descanso hasta que llegue los preparativos navideños.

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