Hay personas con las que no necesitas hablar mucho, la conexión es tal que con una mirada se entienden. Es como cuando tu mamá y tú, sintonizan a la perfección.
¿Es tu madre también tu mejor amiga? Estas señales así lo indican

Tal vez a ti te esté pasando lo mismo que a mí. Tuve la experiencia de vivirlo. No existía en el mundo otra persona con la que pudiera compartir más, tener tanta afinidad y querer a la vez. Mi mamá era mucho más que eso, porque en una etapa de mi vida ella fue…
Mi confidente

Por cada cosa que me ocurría, sin importar la hora ni la distancia que existiera entre nosotras, yo siempre podía contar con ella, y al revés. La conexión entre nosotras era tal que, muchas veces, no era necesario comunicarme porque antes de hacerlo, mi mamá presentía que algo no iba bien y me llamaba.
¿Te pasa lo mismo?
Los mejores consejos

Para esos momentos en los que me sentía desorientada, no sabía qué decidir o qué hacer, mi mamá siempre estaba para ofrecerme su consejo y opinión. Algo muy importante, porque sabía que no había intereses de por medio ni segundas intenciones, y por eso me sentía con plena confianza al escucharlos, lo que a su vez me daba mucha tranquilidad.
El intercambio

Mi mamá siempre fue muy juvenil y coqueta, por lo que no aparentaba para nada la edad que realmente tenía. De hecho, muchas veces nos decían que parecíamos hermanas, tan así que coincidíamos en los gustos y podíamos intercambiar la ropa, además de ir de compras juntas.
Sin duda, son cosas que solo puedes hacer con alguien con quién sientes que es tu mejor amiga.
Planificar salidas

¡Qué placer! Desde una tarde en un spa hasta ir al cine a ver una película de nuestro actor favorito, pasando por ir a hacer la compra para preparar un buen almuerzo para reunirnos en familia…
Todo era parte de compartir momentos de disfrute sabiendo que estando juntas, no había forma de pasar un mal día.
Mamá y amiga incondicional

Saber que, más allá de que estuviera de acuerdo con mis decisiones y forma de vida, mi mamá me apoyaría, era algo que me hacía sentir afortunada, porque al hablar con otras amigas me di cuenta que ellas no tenían la suerte de que les ocurriera lo mismo.
Pero además, nunca importaba la hora ni el sitio en el que estuviera, para mí siempre había tiempo disponible y de lo contrario, ella lo buscaba.
Hablar el mismo idioma y sentir que somos una
Eso de mirarnos y saber con exactitud qué pensaba la otra. O decirle algo y que me dijera "¡te iba a decir lo mismo!".
Son todas señales que te hacen sentir que hay una conexión muy fuerte. Es tu madre pero más allá de eso, hay complicidad, respeto y admiración profunda.
Y tú, ¿puedes decir que tu madre es también tu mejor amiga?









