Cuando mi hija más pequeña comenzó a quedarse al mediodía en el colegio para almorzar, se presentó la primera de las muchas preocupaciones que surgen a medida que los chicos crecen y asumen nuevos compromisos escolares: ¿cómo preparar un almuerzo para una lunchera escolar?
El secreto del éxito de una lunchera escolar

Ahora que los años me han otorgado el master en preparación de almuerzos para luncheras, quiero compartir mis experiencias para todas aquellas mamás, que están enfrentando este desafío.
Lo que toda madre debe saber acerca de una lunchera escolar
Antes que nada es importante que todos los días laves adecuadamente tanto la parte interna, como la parte externa de la lunchera, como modo de evitar enfermedades. Los fines de semana que nuestros niños no concurren al colegio, guarda la lunchera vacía y abierta, para que se oree y se eviten los malos olores.
Envíale a tu pequeño los alimentos ya cortados, en recipientes de plástico, limpios y seguros y colócale un tenedor envuelto en una servilleta de papel.
Si es posible, realiza las compras de los alimentos para la preparación de la lunchera, en compañía de tu hijo, de esta manera podrán elegir los alimentos que más le gusten a él, y podrás explicarle por qué evitas otros que no son convenientes para su alimentación.
Recuérdale siempre la importancia de lavarse las manos antes y después de comer, así como también incluir un cepillo de dientes y una pasta dental. De esta manera reforzarás hábitos de higiene personal cotidianos.
Trata de que los alimentos que le envíes sean coloridos y de incluirle siempre una notita escrita por tí, en la que le recuerdes cúanto lo quieres.

Ideas prácticas para un almuerzo nutritivo
- Sándwich de pollo, si puedes evita untarlo con mayonesa. Fruta a elección.
- Sándwich de jamón en pan de salvado. Fruta a elección.
- Carne asada cortada en cubos-arroz blanco. Barrita de cereal.
- Pollo al horno, previamente cortado. Ensalada de tomate y zanahoria. Duraznos en almíbar.
- Fideos, los preferidos de tu hijo, con salsa blanca o salsa de tomate. Fruta a elección.
- Atún al agua, previamente escurrido acompañado con lo vegetales preferidos de tu hijo. Porción de bizcocuelo de vainilla.
- Sándwich de jamón y queso. Ensalada de pepino y zanahoria. Fruta.
- Pollo cocido y ensalada de papa y arvejas. barritas de cereal.
Siempre recuerda incorporar en la lunchera jugos de fruta, o aún mejor, simplemente agua. Revisa su lonchera y si observas que no consumió lo que le enviaste, pregúntale por qué. Así sabrás que ese menú no debes volver a repetirlo en otra oportunidad.
Un último consejo, que a mí me fue de mucha utilidad, el fin de semana tómate 15 minutos de tu tiempo y organiza el menú semanal. De esta manera, ya tendrás organizada también la compra. Anótalo en un papel y pégalo con un imán en la heladera.
Espero que te haya sido útil mi experiencia y que disfrutes preparando el almuerzo con tu hijo, incluirlo en la tarea será una experiencia divertida y estimulante.









