Dar el pecho es una experiencia maravillosa para la madre y el momento mas gratificante que el bebé puede tener. Es mediante este encuentro, que la mamá y el bebe celebran uno de sus máximos puntos de encuentro, y un vinculo necesario para el buen crecimiento del pequeño.
El destete. Cuándo y cómo

Cuando se decide dejar de dar de mamar dos aspectos son fundamentales: cómo y cuando. Y a su vez, debe tenerse en cuenta un tercer e importantísimo factor: el destete no tiene (o al menos no conviene que tenga) vuelta atrás.
La sugerencia es optar por un destete parcial, o sea por ejemplo, seguir amamantando por la mañana y por la noche. ¿Pero porque esto de un destete parcial? Bueno, justamente por lo que dijimos al comienzo: se trata de un de los momentos más importantes entre mama y bebé y los momentos tan importantes no pueden cortarse de un día para otro.
Dar de mamar es un acto de amor y de entrega plena, y cuando se acaba debe procurarse que no se provoque dolor afectivo. Dejar de dar de mamar no implica únicamente la sustitución progresiva de la leche materna por otros alimentos. Es mucho más que eso, es cuestión emocional, es la primera separación entre madre e hijo y conlleva la independencia para ambos.
Es por esto que debe tratarse de un proceso progresivo y planeado, pero que sea a la vez natural a modo de que el bebé se vaya deshabituando al pecho poco a poco, y este reduzca a su vez su producción de leche.
El destete implica para el bebé un progresivo conocimiento y descubrimiento de nuevas formas de alimentación: se inician nuevas formas lácteas y comienza a incursionarse en la alimentación sólida. Pero junto a esta necesaria diversificación de la alimentación, debe agregarse también, una paralela diversificación y enriquecimiento de las formas de expresión afectiva. Ello es imprescindible para el correcto desarrollo psicomotor y afectivo de nuestro hijo. Es decir, que con el destete, deben encontrarse nuevas y variadas formas de expresarle nuestro cariño a nuestro niño.
Esas nuevas formas de afecto deben también irse agregando gradualmente. De lo contrario, cuando circunscribimos toda nuestra expresión afectiva al amamantamiento, puede causarse una excesiva dependencia, problemas de adaptación y dificultades para el reracionamiento con los otros seres queridos.
No hay un momento exacto para realizar el destete, ello depende de cada madre, sus necesidades y sus circunstancias. De todos modos, aunque cada caso es distinto, podemos señalar a grandes rasgos los siguientes momentos: sustitución de la leche materna por biberones a los cuatro meses se, sin incluir otros alimentos. Introducción de los primeros alimentos a los seis meses se y después del año, comenzar con el destete a modo de que se mas bien psicológico, pues el bebé ya no tiene la leche materna como principal alimento.
Un buen sistema puede ser el siguiente: realizar un plan de dos semanas, donde los primeros días se reemplace una tetada (por ejemplo la de la tarde), por un biberón.
Cuando se perciba cierto acostumbramiento, es necesario remplazar la otra (por ejemplo, la de media mañana.) También se puede empezar a acortar las mamadas y complementarlas con el biberón o las papillas.
La primera mamada de la mañana y la última de la noche son generalmente las últimas en ser reemplazadas. La de la noche porque ayuda a relajar al bebé para el sueño y la de la mañana, pues alivia a la madre la tensión de los pechos.
Este proceso puede durar varias semanas o incluso meses, pero lo más importante es no olvidar que siempre podemos tomar a nuestro niño con las manos, podemos acariciarlo, abrazarlo, protegerlo y guiarlo. Debemos y podemos disfrutar del juego con él, demostrarles nuestro amor, y estar con ellos cuando nos necesiten. Ello hará de nuestros pequeños niños expresivos, cariñosos y espontáneos.
Otra cosa bien importante, es que vallas quitándote la leche que el bebé no toma para que no se forme una mastitis.
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