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¿Cómo preparar los pechos para amamantar por primera vez? Puericultora responde

No todas la mujeres desean ser madres, eso está claro. Muchas deciden priorizar su desarrollo personal o laboral y dejar que la vida las lleve por otros caminos. Y, está perfecto. Otras tantas ansían pasar por esa experiencia. Convertirse en mamá no es nada fácil aunque sí algo fascinante. Una aventura que comienza ni bien das a luz a tu hijo. Inquietud, ansiedad, cansancio. Todo esto puedes sentir luego del parto. Un cóctel de sentimientos.

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Pero, sin dudas, uno de los momentos más maravillosos es aquel que se presenta cuando tienes que amamantar a tu bebé. Está comprobado que la leche materna es el mejor alimento para el niño, es nutritivo y previene diferentes enfermedades.

Por eso, si eres mamá primeriza y aún sientes muchos nervios, lo que tenemos para contarte te va a interesar. Queremos que conozcas cómo la puericultura, una disciplina científica que se encarga del desarrollo saludable de los bebés, puede ayudarte. Pamela Fischetti, técnica universitaria en Puericultura y Crianza, habló en exclusiva para VIX, y nos contó cómo puedes preparar los senos para amantar por primera vez.

Preparación de los pechos durante el embarazo

Imagen Shutterstock

Lo que hay saber antes de amamantar

Durante el embarazo, los pechos se van preparando solos para la lactancia. En este sentido, no es necesario mucha preparación para los mismos, dice Fischetti. Aunque sí es necesario saber que como los pezones poseen sus propios aceites naturales —que los mantienen lubricados— lo mejor es lavarse (a diario) únicamente con agua evitando así el uso de jabones y esponjas. Se sugiere utilizar corpiños cómodos y no ajustados. Asimismo, es conveniente también tomar sol en las horas permitidas y mantenerlos aireados, por supuesto.

Las primeras horas luego del parto

Este es un momento en el que la madre y el bebé se encuentran sensibles, algo que favorece el reencuentro entre ambos. Para Pamela Fischetti, el contacto piel a piel, las miradas, el olor, las caricias, propician mucho más el vinculo. El beneficio de esta temprana puesta al pecho tranquiliza al bebé, continuando el vínculo que tenía con su madre dentro del útero.

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La primera leche se denomina calostro y es un gran tesoro que tiene la madre para brindarle al bebé:

"Es la primer gran vacuna que recibe el bebe y lo protege de muchas enfermedades. Cada gota vale oro. El bebé mamará sin horarios fijos. Y, luego de recibir ese calostro, empezará a bajar la leche más madura, de esa manera se irá estableciendo la lactancia."

Cómo amamantar correctamente

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Según explica, durante las primeras mamadas, la mujer debe lograr una correcta adhesión de la boca y el pecho. Si esto se da así, entonces, los pezones se mantienen en buen estado. Es necesario que el bebé y la madre estén, al momento de la mamada, ubicados panza con panza. El niño debe abrir bien la boca (dejando los labios evertidos) mientras que su nariz y mentón deben tocar el pecho de la madre. El bebé debería estar bien pegado a la panza de su mamá, ella no tendría que verle el ombligo, detalla Fischetti.

También es importante entender que para mamar, el bebé no debería prenderse del pezón sino que de gran parte de la areola. Él deberá comenzar con las primeras succiones y con el tiempo lo irá moldeando y haciendo protráctil.

De todas maneras, cuando visites a tu obstetra, él examinará los pechos e indicará, si fuera necesario, un tratamiento adecuado. En este sentido, Fischetti concluye que, en caso de presentar algún tipo de dificultad durante la lactancia, una debería asesorarse correctamente. Con tiempo todo puede prevenirse.

El rol de la puericultora

Imagen istock

Para quienes no las conocían, estas mujeres tienen el placer de acompañar a la madre desde su embarazo hasta los 3 años del niño. Fischetti cuenta que una puericultora acompaña a la madre en muchos aspectos del embarazo. Porque no solo está allí para guiarla por si surgen nervios o ansiedades, también está para brindar información y despejar dudas sobre la maternidad, especialmente aquellos que se dan por primera vez:

"La puericultora promueve el vinculo de la mamá con el bebé durante el embarazo. La ayuda a pensar cómo quiere que sea su parto, a llegar preparada a la elección del obstetra y del pediatra. Como quiere alimentar a su bebé cuando nazca, le ofrece datos adecuados sobre lactancia. La ayuda a planificar como será su red de sostén o apoyo, (papá, acompañante o figura significativa del núcleo íntimo familiar) para ayudarla en los quehaceres diarios cuando ella esté con su bebé".

El objetivo de la puericultora no es interferir en la crianza de los hijos de sus pacientes, pero sí sugerir y guiar. Siempre trabajando con neonatólogos, enfermeras y luego con los pediatras, ginecólogos, psicólogas y demás profesionales que asisten a la mamá y al bebé, actuando también como agente de derivación.

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La puericultora puede proponer posiciones para amamantar más cómodas, explicar las propiedades del calostro y sus funciones, enseñar la extracción manual de leche o dar pautas a la madre para que prenda adecuadamente el bebé al pecho. De esta manera, previene posibles irritaciones o grietas en el pezón, comenta Fischetti.

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Luego cuando la madre ya esté establecida en la casa, una puericultora puede aconsejar métodos de higiene y otros cuidados. Finalmente, Fischetti explica que pueden ayudar en el momento que la madre debe volver a trabajar. La asesora sobre extracción y conservación de leche, los tiempos y cómo trasladarla.

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Un enorme trabajo que muchas mujeres alrededor del mundo cumplen día a día y que vale la pena resaltar.

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