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¿Cómo alejar los temores de ser madre?

Ser madre no es algo fácil, menos cuando se es primeriza. Las dudas y la incertidumbre cuando empiezan a acechar pueden generar sentimientos ambivalentes, provocando ansiedad en la mujer. Para que tengas un embarazo relajado, libre de preocupaciones maternales, y recibas a tu bebé con mayor seguridad en ti, te comparto algunos consejos que fueron de gran ayuda para mí.

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La falta de un manual para ser madre

Esto es algo que debes tener claro, los niños no vienen con manual de instrucciones. Tampoco nadie nació sabiendo cómo ser madre ni padre, por lo que tener presente esta realidad te quitará un peso de encima.

Es normal que tengas muchas dudas y te sientas insegura respecto a cómo te desempeñarás en tu rol de madre. Tus temores son de esperarse, es una nueva etapa de tu vida y como en todo nuevo rol de la vida, la práctica será tu mejor aliada.

Debes tener paciencia y no agobiarte a la primera de cambio, si no sabes qué hacer infórmate pero no intentes hacerlo todo a la primera de manera correcta. Tu instinto maternal también te será de gran ayuda.

Ver también: Los miedos más comunes de las futuras mamás

Imagen Thinkstock

Escucha la voz de la experiencia

Tu madre, tu abuela o cualquier mujer experimentada (y también hombres) te pueden aconsejar sobre la crianza de un bebé. Pero recuerda que una cosa es aconsejar y otra muy diferente entrometerse. Escucha la voz de la experiencia, pero marca límites cuando notes que te empiezas a incomodar. 

Contar con la opinión de profesionales, madres o amigas que son madres te puede ayudar estupendamente para aclarar dudas en algún momento determinado.

Ser madre cansa, deberás esforzarte. Con el paso del tiempo empezarás a notar cómo eres capaz de soportar la presión diaria y el cansancio en tu cuerpo, pero no debes bajar tu ánimo, debes sentirte orgullosa de ver lo capaz que eres. Tu hijo se merece tu sonrisa diaria y tú todo su amor. 

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Aunque las 24 horas del día no te alcancen para todo lo que quieres hacer, encuentra un rato al día para relajar tu cuerpo y tu mente. Si en algún momento notas que alguna situación te sobrepasa no dudes en tumbarte en la cama, cerrar los ojos y respirar hondo. Piensa en todo lo bueno que tienes y en que tu bebé es el mayor tesoro que la vida te regaló.