Tal vez crees que los azúcares son los responsables de que tu hijo padezca cambios de humor o de ánimo; si bien es cierto, no es el único responsable. Hay otros alimentos que causan el mismo efecto y es importante que los conozcas. Te contamos cuáles son.
Alimentos que afectan al estado de ánimo de tu hijo

#1 Productos lácteos
Puede que si tu niño tiene en alguna medida intolerancia a la lactosa o es alérgico a las proteínas que los lácteos contienen, su estado de ánimo y conducta se verán afectados, se sentirá irritable y molesto.
De igual modo, cuando se producen de forma frecuente resfríos, infecciones de oído en los niños o cólicos en los bebés, suelen ser señales de que no toleran bien los lácteos.
#2 Colorantes artificiales
Lamentablemente una gran cantidad de los alimentos que consumimos a diario tienen colorantes, algunos de ellos pasan de forma muy desapercibida encontrándose por ejemplo en el pan o el yogur. Sería importante evitar que tus niños coman alimentos que contengan colorantes como el amarillo, rojo, y azul. ¿Por qué es importante que no los consuman?
Porque se los asocia a trastornos como: TDAH, ansiedad, hiperactividad, dolores de cabeza.

#3 Azúcar, presente en todo
Hoy en día tenemos mucha información respecto a lo perjudicial que es el azúcar refinado; ésta sobreestimula a los niños pero además contribuye a contraer enfermedades como la obesidad y la diabetes. El azúcar está prácticamente presente en todos los alimentos que consumimos; para mi asombro, hasta una lata de conservas de zanahorias contiene azúcar, también el pan de molde y una larga lista de alimentos.
Algunas otras afecciones que causa el azúcar son depresión, retraso cognitivo y trastornos del sueño.
#4 Conservantes y potenciadores de sabor
Algunos de los peores conservantes y de uso habitual son: nitratos, nitritos, benzoato de sodio, glutamato monosódico (MSG). Muchos de estos componentes están presentes en productos especialmente dirigidos a nuestros niños, ocasionándoles dolores de cabeza, problemas de comportamiento, hiperactividad y cambios de humor.
Tomar consciencia de lo que consumimos y en consecuencia consumen nuestros hijos, conlleva una responsabilidad que no es del todo fácil de asumir. Una vez que sabemos que lo que estamos comiendo u ofreciendo como alimento tiene sustancias perjudiciales, ya no podemos comer con igual tranquilidad. Por eso, puede ser una buena idea buscar alimentos más sanos, sustitutos e ir cambiando de forma gradual.
Si tienes la oportunidad de hacerlo mientras tus niños son pequeños, será más fácil que éstos crezcan con hábitos saludables y no tengas que preocuparte porque ciertos alimentos afecten al estado de ánimo de tu hijo.









