Al pasar los años algo raro pasa entre mi madre y yo, es como si los papeles se estuvieran invirtiendo. A veces me veo regañándola por cosas que dice o hace, pero no piensen mal, no lo hago con mala intención, al contrario. Todo es por su bien, para evitar problemas y malos entendidos. Pensándolo bien, creo que todo se relaciona con la edad. Simplemente a ella ya no le importa el qué dirán y habla sin filtros.
7 momentos "trágame tierra" que vivimos con nuestras madres, ¡te identificarás!

Esa falta de filtro hace que haga y diga cosas que me ponen en situaciones un poco difíciles. Seguramente te pase lo mismo y como modo de homenaje a nuestras queridas madres, he aquí algunos momentos clásicos y con lo que seguramente te identificarás.
#1- Nuestra relación con la comida
“Muchacha cierra esa boca que estás gorda”. Cuando unas libritas de más se asoman en nuestros cuerpo ellas se encargan de que uno y el mundo entero se enteren del sobrepeso. “Es por tu bien, tu salud…” Ok, madre, lo sabemos… tenemos un espejo en nuestra habitación.
Por otra parte: ¿Ay pero qué te pasa qué estás tan flaquita? Ahí es que uno no entiende… Tener unas libritas de más es malo y andar bajo peso, también. Cuando ellas piensan que estamos delgadas ahí comienzan a alimentarnos de todas las formas posibles y también empiezan a comentar “ah pero esta niña la está pasando mal, está flaquita”. ¡Quién entiende!
#2- Y tú, ¿no te piensas levantar?
No importa la edad que uno tenga, para nuestras madres siempre hay una hora apropiada de levantarse. La pregunta siempre es: ¿y tú, no te piensas levantar?. Así sea sábado a las 9 de la mañana, ellas sienten una cosquillita de tocar la puerta y averiguar lo que está pasando. ¡Ay mami!, déjame descansar así sea un poquito.
#3- Ponernos de excusa
Mi madre muchas veces me pone de excusa para librarse de compromisos. “No puedo, tuve que llevarla a una cita”, o quizás un “se me hizo tarde porque la tuve que acompañar a comprar algo”. Esto usualmente pasa cuando habla por el teléfono mientras yo la miro fijamente. Claro, ella se libra y yo al final quedo comprometida. No importa, ella me parió.
#4- Indirectas

Como comencé al principio, al pasar lo años ella desconoce el significado de la palabra filtro. También se olvidó de la mesura. En muchas ocasiones, durante reuniones familiares, comienza a lanzar "indirectas" a personas que no son de su agrado.
#5- Chismes

“Nena, te tengo tremendo chisme…”
Bueno, tenemos que aceptar que nos entretiene el asunto, pero de los chismes no sale nada bueno. Todo es un gasto de tiempo y energía, pero todo sea en nombre del entretenimiento y por hacerlas felices.
#6- Cuando nos tratan como niños pequeños

Para ellas, nunca crecemos. Muchas veces veo cómo habla de mí y mi hermano como si todavía tuviéramos 7 años. Sí, contándole a mis tías y a toda la familia todos los detalles de mi día o semana. Menos mal que no vivo con ella, sino el asunto sería más interesante de la cuenta.
#7- También lo saben todo en Facebook

Con ellas en Facebook ahora hay que tener cuidado con las fotos que uno publica y los comentarios que hace. No tiendo a publicar nada personal, sin embargo, comparto artículos y opiniones sobre asuntos de política y el mundo. No falta el día en que me advierte que tenga cuidado con las consecuencias de decir lo que pienso.



