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6 problemas al amamantar

Los primeros días después de dar a luz pueden surgir algunas complicaciones al darle el pecho al bebé. Pero estos problemas al amamantar tienen solución, lo importante es permanecer calmada y nunca dejar de dar de mamar.

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Vamos a verlos, analizarlos y a comentarte su solución a continuación.

#6 Pezones agrietados

Amamantar no tiene por qué ser doloroso. Si es que tu problema son los pezones agrietados, quiere decir que tu bebé succiona mal, ya sea porque lo pones en mala posición, porque agarra solo el pezón, o por cualquier otra cuestión.

La solución: colócate crema de caléndulas o unas gotas de tu propia leche y déjala que se seque en tu pezón. Para que no siga ocurriendo deberás probar amamantarlo en otras posiciones.

#5 Pezones rosados y con dolor entre tomas

Si tus pezones duelen entre tomas y se ven rosados puede que probablemente tengas una infección conocida como candidiasis. Se trata con un producto de venta libre en farmacias, el violeta de genciana. Pero ante cualquier duda debes consultar con tu médico.

#4 Conductos bloqueados y mastitis

Si sientes hinchazón y dolor en una zona del pecho, puede que tengas un conducto obstruido. Para solucionarlo no hay nada mejor que amamantar a tu bebé, ya que la succión ayudará a que se desbloquee. También puedes colocar compresas calientes entre toma y toma, masajear la zona y utilizar un sacaleche para vaciar el pecho unas tres veces al día.

Si aparece fiebre y dura unas 24 horas debes consultar a tu médico porque puedes estar pasando por una mastitis. Se te recetarán antibióticos y nunca debes dejar de dar de mamar, pues sino la infección se transformará en absceso.

#3 Demasiada leche

Es normal que unos días después de la bajada de leche, parezca que tienes demasiada y que a tu bebé le sobra. Esto prontamente se corregirá cuando tu bebé encuentre el ritmo y la posición para tomar.

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Si tu sostén o ropa se manchan debes utilizar protectores mamarios, los cuales tendrás que cambiar regularmente.

#2 Poca leche

Quizás te parece que tus pechos se ven blandos o no gotean, entonces crees que tienes poca leche. El único indicador de que esto ocurra es el peso del bebé. Si tu bebé engorda a un ritmo normal es porque todo está bien.

De lo contrario, deberás consultar con tu médico o buscar ayuda en un grupo de lactancia para que esto se solucione. Pero nunca dejes de amamantar a tu bebé.

#1 Pezones invertidos

El tener pezones planos o invertidos no significa que tu bebé no podrá alimentarse. Una enfermera te ayudará a que el pequeño se “prenda” al pecho cuando todavía se encuentren en la maternidad. Con unos pocos días de succión, tu bebé hará que sobresalgan.

Ya ves que todo tiene solución. Y si te cuesta que tu bebé se enganche, parece irritado al tomar o se queda con hambre, sucede que todavía no están conectados correctamente. Que se presenten estos problemas al amamantar no debe hacer que renuncies.

No bajes los brazos, sigue adelante ya que todo se puede solucionar.