5 consejos que te ayudarán a tener una lactancia exitosa

La leche materna es el único alimento que tu bebé necesita durante los primeros 6 meses de vida, es rica en nutrientes y tiene anticuerpos que ayudan a protegerlo contra infecciones y evita que tenga alergias. La leche materna contiene lo que el cuerpo de tu pequeño necesita, y en algunos casos, la lactancia podría ayudarte a perder peso después del nacimiento del bebé.

Pese a todas sus ventajas, la lactancia puede ser todo un reto para las nuevas madres, sobre todo si no tienen con quién acercarse para resolver sus dudas. Por eso aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán a hacer de este momento, algo especial y sencillo.

#1 Deja que el bebé establezca el ritmo

Durante las primeras semanas, la mayoría de los recién nacidos comen cada dos o tres horas durante todo el día. Es importante que prestes atención a las primeras señales de hambre, como la inquietud, los movimientos de succión y el movimiento de los labios.

Un bebé que es amamantado con mucha frecuencia en los primeros días (es decir, más de 8 veces en 24 horas) no va a perder cantidades excesivas de peso y va a provocar que tengas una producción de leche abundante. No dudes en alimentar a tu bebé cada vez que parezca interesado (cuando saque la lengua, ponga sus manos en la boca o mastique la manta), incluso si acaba de comer.

El patrón que debes seguir es el siguiente: alimenta a tu bebé con un pecho hasta que deje de succionar, a continuación, haz que eructe o cambia el pañal, y luego ofrécele el otro pecho. La próxima vez que amamantes a tu bebé, comienza con el pecho con el que terminó la última vez.

#2 Mira si el bebé se está alimentando bien

Cuando el bebé está alimentándose con éxito, sentirás una sensación de tirón suave en tu pecho, en lugar de una sensación de pellizco o mordida en el pezón. Si bien es común tener algo de sensibilidad en los pezones los primeros días, éstos no deben doler.

Tus senos pueden sentirse firmes o llenos antes de alimentar al bebé y más suaves y/o vacíos después. Presta atención a que el bebé aumente de peso constantemente, produzca al menos seis pañales al día y esté satisfecho entre las comidas.

#3 Mantén despierto a tu bebé mientras lo amamantas

Los bebés suelen ser comedores muy somnolientos en los primeros días. Están tan cómodos cerca de su mamá, que suelen quedarse dormidos. Si tu bebé hace eso, no serás capaz de producir leche; a su vez, él perderá peso y puede llegar a estar más inquieto. Por lo tanto, es importante mantener al bebé despierto y animarlo a mantener la succión y la deglución (el movimiento de la mandíbula). Frota su cabeza o pies, levanta su brazo o masajea firmemente su espalda.

#4 Cuida tus pezones

Después de cada comida, está bien dejar que la leche se seque naturalmente en tu pezón. La leche puede calmar tus pezones. Si tienes prisa, acaricia suavemente el pezón seco. Cuando te bañes, reduce al mínimo la cantidad de jabón, shampoo y otros productos de limpieza que puedan ponerse en contacto con los pezones.

Si tus pezones están agrietados o secos, utiliza crema con lanolina después de que el bebé coma. Esto puede aliviar los pezones agrietados, así como ayudar a que tus pezones retengan la humedad.

#5 Continúa con una vida saludable

Tus elecciones de estilo de vida son tan importantes cuando estás en periodo de lactancia que como eran cuando estabas embarazada. Para continuar a ese ritmo, haz lo siguiente:

• Ten una dieta saludable: Para mantener tu energía, apégate a los principios básicos de alimentación saludable, tales como comer frutas, verduras y granos enteros.
• Ingiere un multivitamínico: La mayoría de los médicos sugieren que las mujeres que amamantan tomen algún tipo de multivitamínico prenatal para ayudar a complementar sus dietas. Los multivitamínicos prenatales ayudan al desarrollo saludable del bebé al contar con vitaminas y minerales esenciales como hierro, ácido fólico y yodo.
• Bebe mucho líquido: El agua, los jugos y la leche pueden ayudarte a mantenerte hidratada. Las cantidades moderadas de cafeína generalmente no son malas, pero si sospechas que el exceso de cafeína interfiere con el sueño de tu bebé, deja de tomar café.
• Descansa lo más que puedas: si puedes, duerme cuando el bebé duerme.
• No fumes: Fumar durante la lactancia expone a los bebés a la nicotina, que puede interferir con su sueño. El humo de tabaco también aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante, así como enfermedades respiratorias.

Si la lactancia es más difícil de lo que esperabas, no te desanimes. La lactancia materna es más que simplemente proporcionar nutrientes y calorías para el crecimiento físico del bebé, contribuye a una relación íntima y especial con tu hijo (no lo olvides). No te pierdas: Estos son los mitos más comunes sobre la lactancia y la verdad acerca de ellos

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