En Rusia, un tren une San Petersburgo y Murmansk y pasa, pero sin parar, en un pequeño pueblo llamado Poyakonda. Pero, eso ya es historia. Ahora, esta línea de tren parará en ese pueblo por una noble razón: para ayudar a una niña y a su abuela.
Una niña no podía llegar a la escuela hasta que este tren ruso cambió su vida
Desde hace tiempo, la abuela de Karina, exmaestra, lleva a su nieta y a otros niños a la escuela. Para ir a estudiar, Karina tenía que recorrer 3 horas, ida y vuelta. No obstante, todo podría cambiar si el tren comienza a parar allí por una cuestión civil (porque hay una parada, pero solo es utilizada por personal ferroviario).
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El recorrido no solo era extenso, sino que para volver debían esperar hasta las 7 de la tarde y llegaba a su hogar a eso de las 9 de la noche. Es decir, todo el día lo dedicaba a la escuela (y a trasladarse). Ahora, con esta nueva medida, Karina y otros niños podrán llegar a su casa temprano y disfrutar de su infancia.
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