¿Sufres por madrugar? 5 hábitos para ser la mejor versión de ti por las mañanas (y todo el día)

Si realizamos una encuesta para averiguar cuántas son las personas que aman las mañanas y cuántas las que las detestan, me animo a aventurar que los ganadores (con mucha ventaja) serían los miembros del segundo grupo.

Tal vez se deba a un factor cultural; desde pequeños nos obligan a levantarnos a tempranas horas para someternos a aburridas clases durante todo el día y, lógicamente, ningún niño disfruta de eso. Pero a medida que pasa el tiempo, seguimos asociando al ''despertarse temprano'' con un sacrificio y al ''dormir hasta tarde'' con el máximo placer.

De todos modos, siempre existirá este pequeño y marginado grupo de personas que consideramos que levantarse temprano es el mejor comienzo que puede tener nuestro día. Sí, tal vez mientras lees esto pienses ''esta gente está loca'' o ''con razón son un grupo pequeño'', pero si te permites descubrir por qué nos gusta tanto tener este hábito, es probable que termines incorporándolo tú también.

Y mira cómo lo hacemos...

#1 Poco descanso = una mala mañana

Muchos subestiman la importancia de dormir al menos 7 horas, pero si uno no descansa lo suficiente, jamás disfrutará de levantarse (lo haga a la hora que lo haga). Por lo tanto, si quieres comprender por qué nos resulta tan fácil levantarnos temprano, debes saber que nos aseguramos de dormir la cantidad de horas que nuestro cuerpo necesita.

#2 Dar las gracias

Son muy pocas las personas que recuerdan agradecer a diario por todo lo que tienen. Solo situaciones límite como operaciones riesgosas o accidentes nos hacen darnos cuenta de que muchas veces ignoramos aspectos de nuestra vida por los que en realidad deberíamos agradecer.

Por lo tanto, otra razón para amar levantarnos por las mañanas es el simple hecho de poder hacerlo.

#3 Hidratarse y nutrirse

Ninguna persona puede enfrentar su día si tiene mucha hambre o mucha sed. Por lo tanto, otro hábito que necesitamos en nuestra rutina matinal para sentirnos mejor que nunca es beber mucha agua y no abandonar la casa sin antes desayunar. Pero asegúrate de hacerlo en este orden: antes de dejar que entre cafeína en tu cuerpo, hidrátalo y verás lo bien que te sientes.

Y luego no olvides regalarte un plato de comida supernutritivo y de fácil digestión, pero que sea delicioso. Así tendrás otra motivación para salir de la cama con el mejor humor.

Más información: ¿Cómo debería ser el desayuno perfecto?

#4 Shot energizante

La mañana el momento del día en el que más energía tenemos y esto lo convierte en el momento ideal para realizar nuestro ejercicio diario. El deporte no solo es necesario para disfrutar de un peso saludable: está comprobado que cada vez que nos ejercitamos nuestro cerebro libera sustancias como la serotonina y la dopamina que ayudan a combatir los efectos del estrés y a aliviar los síntomas de la depresión. Además, mejora la circulación de la sangre en el cuerpo y nos da más energía para todo el día.

> Tu opinión sobre el ejercicio matinal jamás será la misma

#5 Un nuevo comienzo

Dejar atrás todo lo sucedido el día anterior y concebir cada día como una nueva oportunidad es esencial si queremos disfrutar de la mañana. El pasado no puede modificarse y de nada sirve castigarnos por ello. En lugar de eso, es importante cambiar la actitud y pensar en todo lo bueno que todavía nos queda por hacer.

Si adoptas al menos uno de estos consejos, tu rivalidad con el despertador llegará a su fin y cuando quieras acordar tendrás una sonrisa cada vez que te levantes. No hay nada más placentero e inspirador que ver el nacimiento de un nuevo día, observar cómo se asoma la luz del sol por la ventana poco a poco, apreciar el silencio absoluto en la calle más ruidosa de la ciudad y disfrutar del delicioso aroma a café recién preparado.

Te aseguro que es una de las mejores alternativas para sentirte invencible y en total control de tu vida. ¡Pruébalo mañana!

 > Ser mañanero es la octava maravilla del mundo (¡la ciencia nos respalda!)