Si eres fan de Stranger Things coincidirás conmigo en que Dustin es uno de los personajes más adorables y divertidos de la serie. ¿La razón? Su increíble personalidad. Inteligente, creativo, sarcástico, bien intencionado y con un impecable sentido del humor, Mr. Henderson es una persona que cualquiera preferiría tener en su vida, incluso si de una chica se tratara. Esto es en parte lo que Steve Harrington quiso hacerle entender cuando le aconsejó «actuar como si valiera un millón de dólares» —lo cual es cierto ya que él vale mucho más que eso—; sin embargo, Dustin siguió el camino de la seguridad tratando de imitar la identidad de Steve, copiando su estilo de cabello y actuando con la impronta de su amigo y mentor al momento de encarar la incómoda situación de tener que pedir una pieza de baile a la chica que le gustaba.
¿Sufres de ansiedad social? Esta escena de Stranger Things podría explicarlo
Desde nuestros hogares todos deseábamos que el valor de Dustin fuera recompensado con la respuesta afirmativa de su interés romántico, pero el cambio de actitud de este miembro del Club AV no fue suficiente: Dustin había sido rechazado. Fiel a su esencia continuó con su búsqueda, haciendo uso del valor que su nueva fachada símil Steve Harrington le proporcionaba (momentáneamente), pero seguía siendo rechazado, una vez tras otra. Triste y relegado, Dustin se sienta lejos de todos hasta que Nancy, la hermana mayor de uno de sus mejores amigos, lo invita a bailar, y ahí sucede algo mágico: Dustin olvida su identidad robada, perdido en la inalcanzable (para él y por ahora) belleza de Nancy; Dustin ya no es una copia de Steve Harrington, es Dustin. La chica que previamente había rechazado lo mira de reojo, influenciada por la situación; pero Dustin no se concentra en eso porque se siente cómodo, querido y elegido.
¿Y qué tiene que ver esto con la ansiedad social?
El trastorno de ansiedad social es un tipo común de trastorno de ansiedad que presenta síntomas relacionados a la aflicción o el miedo en ciertas o todas las situaciones sociales: conocer personas nuevas, tener una cita, enfrentar una entrevista de trabajo, responder a una pregunta en voz alta, hablar en público, etc; en casos más serios temen hacer cosas sencillas frente a otras personas, como comer o beber delante de otros o usar un baño público. Las personas con ansiedad social tienen miedo de ser humilladas, juzgadas o rechazadas; y de no ser tratada puede convertirse (sigilosamente) en fobia social, que puede manifestarse de forma fisiológica con los siguientes síntomas: palpitaciones, temblores, sudoración, náuseas, tensión muscular, sequedad de boca, dolor de cabeza.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con Dustin?
Claramente, Dustin no posee la seguridad suficiente como para lidiar con el rechazo; es más, pensó que la única manera de ser aceptado era convertirse en alguien más. De la misma forma en que muchos ansiosos sociales utilizan el alcohol para desinhibirse, Dustin encontró en Steve un tónico social que le permitiría afrontar su temor a ser rechazado, porque ¡¿quién rechazaría a Steve Harrington?! Pero lo que Dustin desconoce es que para nosotros, como espectadores, nadie en su sano juicio rechazaría a al pequeño Henderson. Eso es porque, nuevamente como espectadores, nosotros conocemos su verdadera personalidad y valor.
Tras enfrentar la dura realidad de no ser querido (por esas personas en específico) Dustin encuentra otro tónico social: Nancy. Al bailar con una hermosa chica mayor que él frente a toda la escuela, su estatus se había elevado; su autoestima y seguridad habían crecido porque Nancy estaba con él. Sin embargo, nosotros como público capaz de analizar la personalidad con profunda honestidad, consideramos que las irresistibles perlas de Dustin son suficiente motivo para adorarlo.
Entonces, ¿a qué le teme Dustin?
A diferencia de nosotros, Dustin no puede verse a sí mismo desde una perspectiva absoluta y objetiva, como si de un narrador omnisciente se tratase. Él percibe su imagen según lo que otros proyectan de él y según el modelo que sus grupos sociales inmediatos determinan como regla. Él no es Steve Harrignton, un hábil y atractivo deportista; es un simpático y brillante «nerd» —término que muchos consideran como negativo por la época— que a menos que sea como los demás quieren que sea siempre va a ser rechazado. Para evitar tal rechazo, Dustin recurre a dos alternativas: intentar ser alguien más o usar un tónico social, como el estatus que le da estar con una muchacha mayor. Y es aquí donde erra con gravedad...
La más efectiva solución a la ansiedad social del personaje residía en la escena anterior al baile, cuando Dustin emitía su característica onomatopeya (Grr), asegurando que nadie resistiría «esas perlas». La única forma de superar esta problemática es separándonos de la imagen que recibimos y proyectamos, alejándonos como si fuéramos espectadores de nuestra propia historia, admirando y reconociendo que no necesitamos ser otra persona o «beber» un tónico social que nos dé el valor que no tenemos. Ser rechazados está bien; no precisamos la aceptación para ser queridos. Al igual que Dustin, en algún momento alguien te mirará a los ojos y te conocerá tal cual eres... y será incapaz de resistirse a tus perlas.
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