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Receptor hasta ahora desconocido podría ser la clave para tratar el dolor crónico

Muchos fármacos dedicados a evitar el dolor crónico funcionan bloqueando a un neuroreceptor llamado sigma-1 desde hace varias décadas, pero una especie de receptor hermano llamado sigma-2 ha permanecido como un misterio para los especialistas, hasta ahora. 

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La comunidad científica encuentra en estos 2 receptores 2 buenos candidatos para tratar al dolor crónico que hasta el momento suele ser tratado con medicamentos de venta libre —como el ibuprofeno, en los casos de dolor más leves— o mediante tratamientos especiales con opioides en los casos más duros, opioides que pueden presentar varias dificultades, como el acostumbramiento del paciente al fármaco que puede derivar en un aumento de la dosis.

La nueva alternativa a los opioides

Imagen Shutterstock

La investigación —que fue llevada a cabo por la Universidad de Texas, en Estados Unidos— comenzó como un estudio químico de experimentación, pero derivó en un descubrimiento que puede elevar la calidad de vida de muchas personas, lo que para los especialistas resulta muy satisfactorio. 

El experimento consistió en administrar a ratones con daño nervioso un fármaco llamado UKH-1114, que interactuando con el receptor sigma-2 fue capaz de generar una reducción del dolor con una dosis aproximadamente 6 veces menor a la de otros medicamentos, durando sus efectos prácticamente 2 días, a diferencia de otros fármacos que solo alivian a la persona por lapsos de 4 a 6 horas. 

Por el momento sigue haciendo falta hacer ensayos clínicos al respecto, sobre todo para establecer cuáles serían las dosis correctas en base a su eficacia, estudiando además la posibilidad de que existan efectos secundarios para el cuerpo humano. 

Los resultados llegan en un buen momento, pues el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos se ha mostrado preocupado en los últimos tiempos debido al aumento de muertes relacionado a la adicción de las personas hacia los opioides, tanto de manera legal como ilegal. 

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En esta misma linea, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas del mismo país estima que existen casi 2 millones de personas que son adictas a estos medicamentos opioides recetados. 

Frente a la dura realidad este descubrimiento se ve prometedor, sobre todo porque «abre la puerta a encontrar un nuevo tratamiento no-opioide para el dolor neuropático», según ha declarado Stephen Martin, quien estuvo involucrado en los estudios. 

¿Qué opinas sobre este nuevo descubrimiento? ¿Crees que los fármacos centrados en este receptor hasta ahora desconocido pronto se convertirán en un alivio para el dolor crónico? 

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