¿Qué sabes sobre defensa personal para mujeres?

En la actualidad, millones de mujeres en el mundo tienen que enfrentarse con ataques de violencia en espacios públicos y sobre todo en los privados, tanto como para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegue a afirmar que incluso “el hogar podría ser el lugar más peligroso para una mujer”.

Teniendo en cuenta que esta problemática cobra víctimas cada día, iMujer se dio a la tarea de averiguar con un experto en defensa personal para mujeres y aquí están los detalles.

Violencia e inseguridad, 2 enemigos de las mujeres

Las grandes ciudades enfrentan grandes problemas y Bogotá, la capital de Colombia, no es la excepción. Se sabe que los niveles de inseguridad y la violencia contra la mujer son dos problemáticas que obligan a mantenerse alerta, por eso Pastor Valencia, administrador y entrenador de Fight Club Bogotá creó un programa de defensa personal para mujeres que ha tenido gran éxito en la ciudad.

“A través del Kenpo desarrollamos un programa exclusivo para mujeres que concentra lo tradicional de la técnica, pero adaptado al caso colombiano”, afirma Valencia. El Kenpo Karate es un arte marcial americano basado en el Karate, el Judo, y el Jujutsu que tiene como objetivo proporcionar a sus practicantes un sistema real de autodefensa, asunto al que se dedica Valencia desde hace años. 

Evita situaciones que te ponen en riesgo

Para el instructor, es de vital importancia tener en cuenta que no existe ningún requisito físico para aprender técnicas de defensa personal, pero si habrá que reforzar con ejercicio diario la fuerza y la velocidad, en caso de actuar ante una situación de peligro, por ejemplo, en el caso de robo.

Y lo dice porque su experiencia le ha permitido conocer lo que se debe hacer y lo que se debe evitar en esos casos. “Las mujeres comenten un error inconsciente cuando tienen dinero. Levemente, bajan un hombro, y suena absurdo pero pasa en la mayoría de casos y un delincuente lo sabe. Ellos son los mejores lectores del lenguaje corporal y pocas veces atacan a alguien que no tenga dinero”, revela el instructor de Fight Club Bogotá.

Un taller integral para mantenerse a salvo

Los cursos que realiza tienen una duración total de 8 horas. Cada semana, ellas deben asistir a 2 horas y cada grupo está conformado por máximo 8 mujeres que tienen la intención de salir ilesas ante cualquier ataque.

“Al curso han venido muchas mujeres, la mayoría trabaja o son estudiantes que deben desplazarse de un lugar a otro en la ciudad. Por lo general alguna ha tenido un ataque o un caso particular y por eso vienen acá”, explica Pastor.

Durante los talleres, las mujeres no solo aprenden las técnicas de tipo físico que el entrenador Valencia proporciona. También acuden a la asesoría de dos profesionales de apoyo: una psicóloga, Edith Vergara y un experto en criminalística, José Casas, son los encargados de entregar información adicional a las participantes.

“Edith aporta para evitar situaciones de riesgo y evitar que necesariamente la mujer responda un ataque violento con violencia, y Casas es investigador, sabe cómo funciona la mente criminal y cómo se clasifican los delincuentes, él se encarga de explicarlo”, cuenta Pastor.

Incluso, al final de las clases, las participantes deben aprobar un examen que se produce en un espacio generado bajo presión y estrés. Allí el instructor evalúa lo aprendido en condiciones de ambiente diferentes a las del entrenamiento.

Al final, son mujeres más seguras las que enfrentan cualquier tipo de ataque. Fight Club Bogotá está ubicado en la Calle 44 Nº 7 - 10 frente a la Universidad Javeriana en Bogotá.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 1 de cada 3 mujeres sufre o ha sufrido, alguna vez, violencia física o sexual por parte de algún hombre e  incluso de su pareja, así que es de vital importancia conocer métodos de defensa que te permitan sentirte segura y alerta. ¡Cómo detectar un noviazgo violento!

Cuéntanos si te interesa aprender de defensa personal o si conoces a alguna mujer que lo necesite.