Son muchas las plantas que nos encontramos diariamente en la naturaleza y que no podemos utilizar de forma habitual en la medicina tradicional o en la botánica con fines de curación. Sus componentes tóxicos lo impiden sin correr riesgo alguno, y es por ello que se aconseja desecharla del todo si no se conoce bien el modo de preparar los ungüentos e infusiones sin miedo a caer en una intoxicación. Esto es más o menos lo que ocurre con la flor de primavera, conocida por su nombre en latín arum italicum.
Para qué sirve la flor de primavera

Flor de primavera: una planta tóxica
En realidad, el arum italicum es tóxico en prácticamente toda la planta. De hecho, sus flores y sus frutos causan problemas en el estómago, y no es poco habitual ver niños intoxicados porque se han sentido llamados a comérselos por lo llamativos que resultan. El consumo de esta especie para los humanos se limita únicamente a las raíces, y en todo caso, a los brotes más verdes del tallo, cuando estos han sufrido el debido proceso químico de secado.
De hecho, estos tallos no se pueden consumir frescos, ya que de hacerlo corremos el riesgo de intoxicarnos y acabar con fuertes dolores de estómago o reacciones alérgicas. Por lo general, para sentirse mejor luego de esto, es necesario acudir a un especialista y vaciar el estómago. Pero lo mejor para evitarlo es solo optar por la flor de primavera en herbolarios y no consumirla al natural.
Beneficios de la flor de primavera
Pese a los inconvenientes antes mencionados, si se toman las precauciones necesarias, los beneficios de la flor de primavera pueden ser muchos. Entre ellos, se encuentran sus poderosas raíces a la hora de tratar problemas digestivos de casi todo tipo, pero en especial, la gastritis. Sus propiedades antiinflamatorias hacen que permita combatir las molestias más básicas.
Pero no es su único cometido. De hecho, el arum italicum es también conocido por sus grandes propiedades antioxidantes, y no son pocos los que aseguran que es capaz de trabajar como un potente anticancerígeno, ya que permite que las células estén siempre sanas y no se transformen en tumores malignos para nuestro cuerpo.
Es decir, la flor de primavera nos ofrece grandes beneficios, pero al mismo tiempo una elevada toxicidad, con lo que hay que tener cuidado con su consumo, y procurar solamente apostar por la planta ya tratada que se vende en herbolarios.









