Hace unos días compartimos una carta que el psicólogo estadounidense Kelly M. Flanagan le había escrito a su pequeña hija, explicándole dónde residía la verdadera belleza, redefiniendo palabras que había visto en una sección de cuidado personal, como «desnuda» y «desafía la edad».
«Nunca será tu trabajo mantenerlo interesado»: La carta de un padre a su hija recorre el mundo

Esa no fue la única carta que Flanagan escribió, hay otra carta con un importante mensaje, no sólo para su hija, sino para todas las mujeres del mundo. Sus palabras nos recuerdan que muchas veces las mujeres nos desviamos de nuestra esencia, dándole lugar a miedos y temores por estar acostumbradas a enfocarnos más en el otro que en nosotras mismas.
Mientras Kelly Flanagan hacía una búsqueda en Google se dio cuenta que una de las búsquedas más populares era «cómo mantenerlo interesado», de inmediato imaginó a su hija haciendo esa búsqueda y al parecerle degradante no dudó en escribirle una carta.

«Querida Cutie-Pie:
Recientemente, tu madre y yo estábamos buscando algo en Google. A la mitad de escribir la pregunta, Google nos mostró una lista con las búsquedas más populares en el mundo. La búsqueda más popular en la lista era Cómo mantenerlo interesado. Me sorprendió. Revisé varios artículos de la incontable cantidad que aparecieron acerca de cómo ser sexy y sexual, cuándo llevarle una cerveza en vez de un sándwich y las formas de hacerlo sentir más inteligente y superior.
Me enfurecí. Pequeña, esto no es, nunca ha sido y nunca será tu trabajo, "mantenerlo interesado". Pequeña, tu única tarea es saber muy dentro de tu alma –en ese lugar inquebrantable que no se transforma por el rechazo, la pérdida o el ego- que tú eres digna de interés. (Si puedes recordar que todos también son dignos de interés, estarás por ganar la batalla de tu vida. Pero esa es otra carta para otro día).
Si puedes estar segura de que vales en este sentido, serás atractiva en la manera más importante del mundo: atraerás a un chico que sea digno de tu interés y que también querrá pasar su vida invirtiendo todo su interés en ti. Pequeña, quiero decirte algo acerca del hombre que no necesita que lo mantengan interesado, porque él sabe que tú eres interesante:
No me importa que ponga los codos en la mesa, siempre y cuando él ponga sus ojos en la manera en que tu nariz se frunce cuando sonríes. Y que luego no puede dejar de ver. No me importa si no puede jugar golf conmigo, siempre y cuando él pueda jugar con los hijos que le des y disfrute todas las formas gloriosas y frustrantes en las que se parecen tanto a ti.
No me importa que no persiga el dinero, siempre y cuando él persiga su corazón y siempre lo lleve de vuelta a ti. No me importa si es fuerte, siempre y cuando él te dé espacio para ejercitar la fuerza que hay en tu corazón. No me podría importar menos si vota, siempre y cuando se levante cada mañana y te elija un lugar de honor en tu casa y un lugar para venerarte en su corazón.
No me importa el color de su piel, siempre y cuando él pinte el lienzo de sus vidas con pinceladas de paciencia, sacrificio, vulnerabilidad y ternura. No me importa si fue educado en esta religión o en otra o en ninguna, siempre y cuando haya sido educado para valorar lo sagrado y para saber que cada momento de la vida y cada momento que pase contigo es algo profundamente sagrado.
Al final, pequeña, si te topas con un hombre como ese y parece que él y yo no tenemos nada en común, en realidad tendremos en común lo más importante: Tú. Porque al final, pequeña, la única cosa que debes hacer para "mantenerlo interesado" es ser tú misma.
Tu hombre eternamente interesado,
Papá.»
No es nuestro deber hacer que nuestras parejas se interesen por nosotras, porque cuando se intenta hacer eso se pierde autenticidad. Pierdes lo que realmente eres. ¿Qué valor tiene dejar de ser tú para mantener interesado a otro? Eso sólo fomenta la inseguridad en nosotras mismas. Nuestra belleza está en nuestra seguridad, ¡en no tener miedo y en ser nosotras mismas!








