La valentía tiene nombre de mujer: Evan Rachel Wood. La actriz de Westworld conmovió el pasado 27 de febrero al Congreso estadounidense con su testimonio, en el que contó su experiencia como sobreviviente de una relación abusiva y una posterior violación. La actividad se enmarcó en el trabajo de varias organizaciones que intentan que la Declaración de los Derechos Civiles para Sobrevivientes de Abuso Sexual, aprobada durante el período de Obama, se aplique en los 50 estados del país norteamericano (actualmente solo se implementa en 9).
«No los odio»: el poderoso mensaje de la actriz de Westworld a sus abusadores

«Si no ecuchan toda la verdad, nunca conocerán la empatía»
Así comenzó Wood su testimonio. Confesó que, aunque los recientes movimientos Time’s Up y Me Too eran empoderadores para los sobrevivientes, también resultaban devastadores al mostrarnos la verdadera epidemia de abusos sexuales presente en nuestra sociedad.
A continuación, la actriz contó su experiencia en una relación abusiva. Según Wood, «comenzó lento, pero empeoró con el tiempo, e incluyó amenazas de muerte, gaslighting severo y lavado de cerebro, despertarme y ver al hombre que juró amarme violando lo que él creía era mi cuerpo inconsciente». Y continúa: «Y la peor parte: rituales enfermizos en los que ataba mis manos y pies y me torturaba mental y físicamente hasta que mi abusador sentía que “había probado mi amor por él”».
Pensó que estaba sola, que se lo merecía, que iba a morir. Aunque los detalles sean duros, es importante que se hable del tema. Todos estos sentimientos son muy comunes en los sobrevivientes de abuso, y Wood usa el lugar privilegiado que tiene como estrella de Hollywood para dejar algo bien claro: el abuso no discrimina y no es nada de lo que avergonzarse.
«Me robaron una parte de mí»

La artista continúa su testimonio echando luz sobre otra realidad: haber sufrido abuso hace que las víctimas, si no reciben la atención psicológica necesaria, sean más propensas a sufrir violencia en el futuro. Eso fue lo que pasó en el caso de Wood, quien cuenta cómo un hombre la violó luego de haber pasado algunas horas en un bar con ella: «mi cuerpo sabía qué hacer instintivamente: desaparecer, entumecerse, hacer que pasara. Haber sufrido abuso y violaciones previamente hizo que fuera más fácil que me volvieran a violar, y no a la inversa», expresó.
«No estoy bien»
La actriz luego se refirió a las cicatrices mentales que quedan después del abuso. En su caso, estas se tradujeron en un síndrome de estrés postraumático, depresión, agorafobia y terrores nocturnos. La situación llegó hasta el punto de que Wood intentara quitarse la vida en dos ocasiones, por lo que la internaron en una clínica psiquiátrica. «Y este fue un punto de quiebre en mi vida», declaró la actriz, «cuando empecé a buscar ayuda profesional para vivir con mi trauma y estrés, pero otros no tienen tanta suerte».
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«No los odio»

Ese fue el mensaje de Wood a sus atacantes. Lo transcribimos abajo en su totalidad:
«No los odio. Me dan lástima. No estoy aquí para avergonzarlos, quiero entenderlos, y quiero que me entiendan a mí, pero primero deben escucharme».
Y, si algo han logrado los movimientos Me Too y Time’s Up, es hacernos entender que, antes que nada, debemos parar y escuchar.
En defensa de los hombres
Por otra parte, Wood expresó que también quería abogar por los hombres. Habla de su hijo de cinco años y critica «las mentiras que la sociedad nos cuenta sobre los hombres, como que tienen el impulso irrefrenable de lastimar a las personas. Es cruel decirle a un niño que todos los hombres son así». Y una gran verdad es que el cambio, para ser posible, deberá venir tanto de las mujeres como de los hombres, que también sufren los efectos del machismo.
Wood hizo lo que para muchas es impensable: viajó hasta sus momentos más difíciles y los expuso a los ojos del mundo, con la fuerza y la resiliencia que solo una verdadera sobreviviente puede tener.
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Puedes ver el testimonio a partir del minuto 18'30".
Si tú o alguien que conoces están pasando por una situación de violencia, te dejamos algunos números que pueden ser de utilidad.
- Argentina: Línea 144
- Bolivia: 800 14 0348 y 800 143 49
- Chile: Fono Orientación Violencias: 800 104 008
- Colombia: Línea 155
- Ecuador: 1800-828282
- México: puedes encontrar varias líneas según tu estado en este link.
- Paraguay: Servicio de Atención a la Mujer: (021) 45 20 60
- Perú: Línea 100
- Uruguay: Comuna Mujer: 0800 4141
- Venezuela: Instituto Nacional de la Mujer: 0-800 MUJERES 0-800-6853737









