No hay razones para temerle a la muerte (y un estudio lo confirma)

Así como nacemos algún día moriremos. Es por eso que la muerte es parte de nuestra vida, pero incluso sabiendo esto, muchas veces surge un inevitable miedo en torno a ella. Y eso sucede porque muchas veces queremos escapar de lo inevitable, algo que puede generar angustia y dolor.

Lo cierto es que no hay razones para temerle a algo tan natural como la muerte y un estudio científico nos revela el porqué.

¿Eres consciente de que morirás?

El científico Kurt Gray encontró que las últimas declaraciones de 500 presos condenados a muerte eran positivas, y se cuestionó si era algo casual o parte de una tendencia psicológica más amplia. Así que llevó a cabo un estudio en la Universidad de Carolina del Norte, comparando las palabras de presos condenados a muerte y de enfermos terminales con las palabras de quienes se imaginaban que estaban cerca de la muerte.

Esta investigación sugiere que cuanto más te acercas a la muerte más positivo te vuelves. En la primera parte del estudio, Gray junto a otros investigadores analizaron las publicaciones de blogs de pacientes con cáncer terminal (blogs que habían mantenido por su cuenta, independientemente del estudio). Compararon estas publicaciones con las de personas sanas a las que se les había pedido que imaginaran que habían sido diagnosticadas con cáncer terminal y que escribieran sobre lo que sentían.

Los resultados mostraron que las palabras de los enfermos terminales en promedio eran más positivas que las escritas por las personas sanas. Además las personas que más se acercaban a la muerte expresaban solo palabras positivas como «felicidad» y «amor». Según los investigadores, esto es gracias al «sistema inmune psicológico», frente a una situación terrible, nuestra mente trabaja mucho más para encontrar un lado positivo a lo que nos sucede, así es como inventamos pensamientos del estilo: «De todos modos odiaba ese trabajo» o «Él está en un lugar mejor».

Miedo o aceptación

El sistema inmune psicológico trabaja mucho más cuando nos sentimos más atrapados, y en ese estado, ni siquiera la muerte inminente es capaz de provocar terror. Y esto explicaría por qué las personas que saben que van a morir sean más optimistas. El optimismo también apareció en la segunda parte del estudio.

Gray, junto a su equipo, comparó las declaraciones finales de presos condenados a muerte con las de personas que se tenían que imaginar esa situación. Y una vez más, las palabras de quienes se estaban realmente por morir resultaron más positivas que las de quienes se imaginaban esa situación.

Según los científicos, lo que sucede es que las personas que saben que morirán en un futuro cercano se ven forzadas a racionalizar la muerte, algo que les exige mirar más allá de sí mismos. Fueron positivos porque también se centraron en otras personas: la mayoría de las dedicatorias de estas personas eran de agradecimiento a sus seres queridos. Mientras que aquellos que no estaban muriendo tenían una mentalidad más egocéntrica, usaban palabras como «miedo», «terror» y «ansiedad» y se lamentaban por sus destinos.

El científico Gray dijo: «Aquellos que saben que no están por morirse piensan que la muerte es tan terrible que solo quieren evitarla. Pero si te está sucediendo y es inevitable, tal vez no quieras escapar». Y tiene mucho sentido esta afirmación, si en vez de huir de la muerte, la aceptamos ¿hay algo a qué temer? Si somos conscientes de que es inevitable y la aceptamos como una parte más de nuestra vida, ya no tiene sentido tenerle miedo.   

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