Mandzukic: del niño escondido bajo la cama al jugador que llevó a Croacia a la gloria

Jugó 88 partidos con Croacia. Pasó desapercibido la mayor parte del último partido que jugó Croacia hasta el momento. Pero pocos minutos antes del final —que vaticinaba el alargue— se activó y en el minuto 108 metió el gol que le dio la victoria a Croacia y, además, el pase a la final de la Copa del Mundo, un pase histórico.

«Un héroe croata infravalorado», lo define Goal. Y agrega que es «menospreciado y subestimado, pero no hay dudas de que Mandzukic resume el espíritu de lucha de este equipo croata». «Para ser justos, es el tipo de delantero que es fácil pasar por alto», escribieron desde New Yorker. Aunque agregaron que «el juego naturalmente celebra a los jugadores que les gusta tener la pelota a sus pies, que establecen ritmos, que tejen pases y bailan vals con los oponentes. Pero hay otros futbolistas que son igualmente efectivos. Y Mandzukic es uno de esos. No sueles escuchar su nombre mucho en los comentarios, hasta que es "¡Mandzukic!"». «En abril [...] en la victoria 3 a 1 de la Juventus sobre el Real Madrid por la Champions League, él fue el hombre del partido, y ni siquiera estaban seguros de que él estuviera allí», prosiguieron.

No importa lo que digan. Él metió el segundo gol de Croacia. Él le dio la victoria a su selección. Él eliminó al candidato de la llave. Él permitió que Croacia estuviera por primera vez en la final del mundo. Y lo hizo con todo el peso de la historia en su espalda (como Modric y como muchos de sus compañeros que padecieron la guerra de los Balcanes, que se tuvieron que ir del país, exiliarse y volver, volver a su lugar de nacimiento).

«Hay pocos delanteros tan secos y ariscos como Mario Mandzukic», escribe El País de Madrid y agrega «un tipo duro, de un fuerte carácter que se achaca a aquellas noches en las que se refugiaba debajo de un colchón cuando durante la guerra de los Balcanes escuchaba cercanos los disparos de las tropas serbobosnias».

Y es que Mandzukic sufrió la guerra de los Balcanes y tuvo que exiliarse a Alemania para poder sobrevivir. Se convirtió en refugiado pero luego del final de la guerra, pudo volver a Croacia, su lugar de origen.

Con todo ese peso, se convirtió en el «alma del equipo croata», según su entrenador. Y Goal escribió «aunque Modric es la estrella, Mandzukic es el motor».

«Esto es un milagro. Solo los grandes equipos pueden ser tan valientes como nosotros y luchar de atrás contra equipos como Inglaterra. [...] Hemos jugados con todo nuestro corazón durante el torneo. [...] Esta noche fuimos como leones y vamos a ser los mismos en la final», manifestó luego del partido según DW.

Muchos de los jugadores de Croacia, como Mandzukic, tuvieron que atravesar momentos complejos durante su infancia. Y ahora están disfrutando de su país, de jugar con su camiseta, de ganarles a los favoritos y de llegar a la final de la Copa del Mundo por primera vez.

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