Los traumas infantiles y los trastornos alimentarios
No hace falta haber padecido situaciones traumáticas en la niñez para tener claro que una situación difícil en esta etapa de la vida no acaba ahí. Las repercusiones de este tipo de situaciones complejas no terminan de manifestarse con ellas, sino que continúan haciéndolo durante toda la vida del individuo.
Conozco a dos personas manifiestamente anoréxicas, y a dos más que padecieron anorexia en el pasado, y tres de las cuatro de ellas (son todas mujeres) enfrentaron situaciones difíciles durante la infancia, lo cual de por sí hace sospechar respecto a la ligazón entre los traumas infantiles y los trastornos alimentarios.
Esta intuición ha llevado a un grupo de investigadores de la Syracuse University a ahondar en la cuestión, logrando extraer como conclusión de un estudio al respecto que los traumas durante la niñez continúan manifestándose a lo largo de los siguientes años del individuo, y el hecho de que lo hagan en forma de trastornos alimentarios es una constante.
Encuestando a un grupo de unos 209 estudiantes universitarios de ambos sexos, los científicos encontraron que aquellos que habían tenido una situación traumática en la infancia (sea esta la muerte de un ser querido, abusos sexuales y maltratos físicos, un divorcio, etc.) eran más proclives a desarrollar un trastorno alimentario, a darse atracones, pasar hambre o tomar laxantes o pastillas para adelgazar.
Obviamente que frente a el caso de una persona que experimenta trastornos alimentarios, es importante notar que alrededor de estos flotan diversas variables, pero estudios como este ayudan a ver que los problemas en la vida de los niños no terminan con la niñez, sino que se siguen manifestando de diversas formas, y que la niñez es sólo el principio.
Vía | Huaymimama