La ira: cómo controlarla

La ira es una emoción destructiva que te daña a ti y a los que te rodean. Muchas veces hemos visto a alguien salirse de sus casillas y vemos que es muy desagradable y triste cómo las personas pierden el control y afectan a los demás, siendo generalmente reacciones exageradas para algo que no ameritaba tanto escándalo.

Todos hemos experimentado alguna vez la sensación de enojo y las ganas de mandar todo a la cima del cerro, pero tenemos que aprender a controlarnos para vivir en sociedad y no dañar a las personas, porque es mucho más difícil después pedir perdón.

En VivirSalud te mostramos algunos consejos para que te aprendas a controlar y a no estallar, sino que vayas manejando de mejor manera las situaciones y tus sentimientos.

• Acepta tus emociones: hay cosas que te hacen enojar, no intentes evitar esos sentimientos, sino que acéptalos y trata de que pasen rápidamente. Piensa si la situación amerita tanto enojo o es una emoción desmedida la que sientes.

• Muchas veces el enojo está justificado. Si enfrentas una injusticia, un robo, una infidelidad, cosas que enojarían a cualquiera, es correcto que te sientas enfadado, pero una reacción de ira puede ser más dañina para ti, ya que acentúa los sentimientos de frustración y disconformidad.

• Si te sientes invadido por la furia puedes intentar algunas técnicas para calmarte. Contar hasta diez es lo más utilizado, y aunque parezca eterno, el respirar y concentrarse en otra cosa por unos segundos es efectivo. Puedes ir a un lugar tranquilo, donde estés solo e intentar relajarte, respirar profundo y exhalar, mientras te concentras en tu respiración o en contar tu respiración unas 5 o 6 veces.

• Cuando nos enojamos nos llenamos de energía negativa. Correr un poco, hacer un ejercicio intenso, pegarle a un saco de boxeo, por ejemplo, sería ideal para botar esa energía. Hacer ejercicio físico te liberará rápidamente del enojo y te ayudará a sentirte más aliviado al ir liberándose endorfinas.

• Hablar con la persona de conflicto y enfrentarla puede ser inevitable muchas veces y, aunque sea todo un reto, debes intentar expresarle tu punto de vista calmadamente. A veces es mejor dejar la conversación detenida y retomarla en otro momento, pero enfrentar el tema que te hace enojar te liberará y ayudará a que pase la rabia. Puedes comentarle a otra persona o a un amigo para que te ayude a ver las cosas distintas.

Aunque parezca difícil tenemos que aprender a controlar nuestros sentimientos, porque sino el mundo sería un caos si cada uno explotara cuando algo no le gusta. Trabajando constantemente y gradualmente en el control de lo que sentimos iremos avanzando y lograremos enfrentar situaciones cada vez con mayor facilidad, hasta que podamos controlar nuestro carácter.

Es un esfuerzo que vale la pena, todos tenemos cosas que trabajar de nuestra persona.

¿Qué haces tú cuando estás enojado?