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¿La inspiración es contagiosa?

Muchos de nosotros nos hemos sentido inspirados alguna vez. Quizás frente a un gran proyecto que busca salir a la luz o tal vez antes de comenzar a cocinar una nueva receta. Muchas son las formas en que puede presentarse la inspiración y sentirla es realmente una experiencia de gozo.

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Pero, ¿será de veras contagiosa? ¿Podemos experimentar la inspiración tras, por ejemplo, leer una obra maestra de la literatura? Pues la ciencia ha demostrado que sí es posible y estas son las razones.

El poder de la palabra escrita

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El especialista en psicología social y de la personalidad Todd Trash, profesor del William and Mary College, dirigió un estudio junto con otros colegas con el fin de averiguar si la inspiración es realmente contagiosa. El grupo se enfocó en el impacto de la poesía tanto en los escritores como en sus respectivos lectores.

Al parecer, hubo una especie de transferencia de la inspiración: cuanto más inspiración se declaraban sentir los autores, más inspirados se sentían los lectores al leer las obras (aunque, por supuesto, no existía contacto alguno entre las personas). De acuerdo con los investigadores, los resultados del estudio demuestran «el poder que radica en la palabra escrita como vehículo para generar experiencias sublimes en los individuos independientemente del tiempo y el espacio».

La originalidad no produce el mismo efecto

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El estudio, que fue publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, señaló además que los lectores que habían catalogado de «sublimes, inspiradores y placenteros» a determinados poemas no sentían lo mismo respecto a la cualidad de «originales».

De hecho,  la originalidad de los textos provocaba un impacto negativo en los lectores y no producía inspiración sino una especie de molestia. Según la investigación, no queda claro por qué hubo esta reacción negativa pero se estima que quizá esté vinculada al hecho de que el lector tomaba consciencia de una cierta separación entre sí y el autor de la obra.

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La apertura del lector

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Al parecer, cuanto más abiertos se mostraban los lectores a nuevas experiencias literarias, más se producía la «transmisión de inspiración». También se observó que los textos que habían sido escrito por escritores inspirados producían efectos en el cuerpo como admiración, sorpresa e incluso escalofríos en el lector promedio. Según los autores de la investigación, estas sensaciones físicas provienen en particular de «lo sublime» de cada texto.

Este tipo de estudio resulta de verdad relevante, en primer lugar para los aspirantes a escritores o los escritores principiantes, ya que demuestra que es posible escribir sin tanto esfuerzo y sin la presión por la originalidad. Por otra parte, también muestra que los escritos de calidad tienen más que ver con capturar los pensamientos internos de cada persona y con saber comunicarlos que con la complejidad excesiva.

En definitiva, la ciencia ha demostrado que la inspiración sí es contagiosa y que bien puede transmitirse a través de una obra de arte como la poesía. Y tú, ¿te has sentido inspirado por algún texto?