Cuando queremos ayudar a otros pensamos que tenemos que solucionarles todos los problemas. Algo que no tiene mucho sentido porque nadie puede resolver los problemas de otros, de hecho cuando empezamos a resolver los propios, las personas a nuestro alrededor van a sentir nuestros cambios positivos. Todo empieza por uno mismo.
Este estilista corta el cabello gratis a quienes viven en la calle
Y si bien no podemos solucionar vidas ajenas, sí podemos sacar varias sonrisas y dar alegrías. Y quizás le estemos dando a esa persona el inicio de un cambio personal más profundo. Esto es lo que hace Joshua Coombes de 30 años, un estilista que cuando recorre diversas ciudades no lo hace con la mirada de un turista convencional.
El trabajo de Joshua
Lo que lo distingue de otros turistas profesionales es que utiliza su oficio para ayudar a personas en situación de calle: les corta el cabello gratis, charla con ellos y comparte sus historias en su cuenta de Instagram.
Joshua se dio cuenta de que una pequeña acción como un corte de cabello puede ser un impulso a la dignidad de alguien que no se siente valorado. Hace dos años fundó la campaña #DoSomethingForNothing, su misión es crear un impacto positivo en las personas que viven en la calle y hasta ahora le ha cortado el cabello a cientos de personas sin hogar.
Historias de vida
Joshua compartió la historia de Thomas, un hombre de 70 años que lleva diez años sin hogar. Según cuenta el estilista, este hombre le dijo que cuando estaba en el ejército nunca se hubiera imaginado que iba a estar en situación de calle. Joshua le preguntó si quería un corte de cabello a lo que él contestó: «¿Qué? ¿Aquí?», y la respuesta del estilista fue: «¿Por qué no?».
Ese día Joshua le cortó el cabello a Thomas cerca de una fuente y pronto muchas personas en su misma situación se acercaron para verse renovadas.
En una plaza en el centro de la ciudad de Cancún, México, conoció a un hombre italiano de 50 años llamado Henrico. Cuando Joshua se acercó por primera vez a él, Henrico estaba muy molesto: recién se había despertado de una siesta y se dio cuenta de que le habían robado sus libros.
Después de que le cortó el cabello ambos pasaron varias horas juntos charlando y Henrico le mostró la ciudad. Joshua le demostró bondad y comprensión, algo que seguramente habrá dejado una huella en este hombre.
Si bien el cabello crecerá, estas personas nunca olvidarán el momento del corte de cabello, el instante en que una persona puso su atención en ellos y los trató con cordialidad. Un simple acto puede hacer maravillas ¡cuántos ejemplos más necesitamos para darnos cuenta de esto!
En tiempos donde preferimos encerrarnos a ver diversas películas y series, no estaría nada mal conectarse con las personas que muchas veces resultan invisibles. Algo tan simple como acercarse a charlar puede hacer un gran cambio en la vida de estas personas que se sienten aisladas.
Cuando Joshua terminó el corte de cabello de Thomas, le dio un espejo. Thomas miró fijamente su reflejo hasta que le hizo una pregunta: «¿Por qué hiciste eso por mí? No es algo cotidiano?». Si podemos dar amor y transmitir cariño, ¿por qué a veces optamos por la indiferencia?
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