Este es un plan anual para superarte en el trabajo, ¡mes a mes!

Cuando comienza un año nuevo, sentimos que tenemos la oportunidad de mejorar en todo aspecto de nuestra vida.

A muchos nos ha sucedido de tener un trabajo que ya no nos motiva y en el que nos sentimos sumergidos en la pesimismo. ¿Es tu caso? Esta guía te ayudará a encontrar tu camino de la motivación en tu trabajo y volver a adorar lo que hacías, o si no es el caso, a animarte a buscar otras opciones. 

A continuación, te presentamos un plan anual, que mes a mes, te guiará para mejorar en tu trabajo y lograr lo que todos queremos: disfrutar de la vida. 

Enero: decide cuáles son tus objetivos

Los objetivos son todo lo que queremos alcanzar, en particular, en nuestro ámbito laboral. Pero si queremos alcanzarlos deberemos tenerlos claros primero.

Ojo: lo que puede suceder en esta instancia es que nos proponemos objetivos tan lejanos que hagan que nos rindamos antes de siquiera intentarlo. Por esta razón, lo que propone la psicología es primero comenzar por objetivos accesibles que más tarde te acerquen hacia objetivos más difíciles de concretar. 

Este mes, el primero del año, establece cuáles son tus objetivos y anótalos en algún lugar visible. No te preocupes si al principio sientes que es un ejercicio disparatado, eventualmente te darás cuenta de lo útil que es tener tus objetivos registrados en un papel. 

Febrero: piensa en afirmaciones positivas 

Nuestra mente es más poderosa de lo que creemos. Cuando nos sentimos abrumados por la negatividad, debemos procurar vencerlas con afirmaciones positivas. Es algo muy simple de realizar, pero que requiere práctica y constancia.

Eventualmente, las afirmaciones positivas permiten guiar nuestra actitud hacia nuestro trabajo (e incluso hacia la vida en general).

Algunas de las afirmaciones que puedes anotar son:

• "Soy un buen trabajador y muchas empresas tendrían suerte de tenerme".
•  "Mi energía y disposición demuestran que sería una ventaja para muchas empresas".
•  "Estoy trabajando en mi sueño".
• "Si cambio de carrera, estoy acercándome más a la carrera que realmente quiero".
•  "Merezco un trabajo dónde me aprecien más".
•  "Cada no me acerca más al sí".

Marzo: comienza a organizar tu calendario 

Los calendarios y planificadores son ideales para todo tipo de personas, desde los más organizados hasta lo más distraídos. La disciplina y la planificación te permitirán mejorar a nivel laboral e incluso personal. Dedica unos minutos por día a evaluar tu planificador de los siguientes días: incluye las reuniones sociales, las consultas médicas y el trabajo que debes realizar. 

Este mes, debes acostumbrarte a utilizar un calendario o un planificador, y estar pendiente de él. 

Abril: invierte en ti 

Hoy en día, estamos siempre observando lo que hacen otras personas y cómo triunfan. Es momento de frenar un segundo y prestarnos más atención a nosotros mismos. 

Para lograr nuestros objetivos debemos estar satisfechos y con las energías al máximo. Para ello, debemos dedicar un tiempo a nosotros mismos, a realizar algo que nos genere placer. 

En este mes, procura invertir en ti. Ya sea en el gimnasio, en clases para mejorar alguna habilidad, en entretenimiento, en cualquier actividad que te aporte algo positivo, esté o no relacionado con el trabajo. 

Mayo: rodéate de personas positivas 

Nuestro entorno tiene una gran influencia sobre nuestro bienestar emocional. Principalmente, nuestro entorno laboral incide en nuestro trabajo, porque condiciona nuestra actitud hacia el mismo. 

A muchas personas les ha sucedido de tener compañeros de trabajo que tienen mucha energía negativa y se dedican a chusmear. Los chismes son ruido para nuestros pensamientos y nos alejan de la tranquilidad diaria. 

Por tanto, si quieres lograr tus objetivos debes rodearte de personas que te apoyen y te estimulen a seguir creciendo.

Junio: libérate de los "debería" 

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A diario expresamos acciones que queremos realizar con un " debería" delante. Reemplaza el "debería" por "voy a". 

El cambio comienza por nuestro modo de expresarnos. Porque lentamente nos acostumbramos a nombrar todo aquello que queremos hacer, sin realmente entender que lo tenemos que hacer.

Comienza a expresarte de modo más directo y firme: "voy a empezar el gimnasio", "voy a empezar las clases de marketing"...

Luego, cuéntalo cuando ya lo hiciste ("empecé el gimnasio", "empecé las clases de marketing") y verás la satisfacción de haber realizado algo que estaba pendiente. 

Este mes dedícalo a hacer lo que quieres hacer en vez de decir lo que deberías hacer. 

Julio: mejora tu rutina matinal

La mañana es un momento clave en el día. Desde que abrimos los ojos hasta que llegamos al trabajo, hay mucho que podemos hacer que condiciona nuestro humor y bienestar durante la jornada. 

La rutina matinal es personal y cada uno la prefiere de un modo o de otro. Sin embargo, hay una serie de actividades que están comprobadas científicamente que mejoran tu humor y tu energía para comenzar la jornada. 

Una mañana ideal debería tener una actividad gratificante, como la meditación, la lectura o el ejercicio. También puedes incorporar las afirmaciones positivas, anotar los objetivos del día, o visualizar los objetivos a largo o corto plazo. 

Otro factor importante es procurar tener tiempo. En este sentido, ¡evita andar a las corridas! Tu jornada será mucho más positiva de este modo. 

Agosto: mejora tus relaciones laborales

Las relaciones laborales hacen que el ambiente laboral sea mucho más positivo y relajado. En todo trabajo, es importante tener personas que te apoyan y te hagan sentir bien. 

Sin embargo, para muchas personas es difícil lograr una relación laboral confiable, teniendo en cuenta la hostilidad que muchas veces hay en los trabajos donde la competición y la envidia priman. Por esta razón, es importante trabajar en tus relaciones, mejorarlas y crear un ambiente de trabajo ideal. 

Dedica este mes a mejorar tus relaciones laborales y a distinguir entre relaciones cordiales y relaciones de amistad. Verás que las buenas de amistad en el trabajo van a durar una vez que te vayas. 

Setiembre: visualiza tu vida ideal 

Primero imagina tu vida ideal a grandes rasgos, y luego poco a poco intenta imaginar los detalles. 

Procura relacionar los logros actuales con lo que quieres obtener en el largo plazo y pregúntate si estás en el buen camino. ¿Hay un punto de encuentro entre el ahora y tu futura vida ideal?

En este mes, dedícate a anotar todo aquello que quieres lograr y cómo te visualizas en unos años. Te puede ayudar crear un vision board, en el que agregar todo aquello que quieres lograr y tus objetivos de un modo visualmente atractivo. De esta manera, podrás tener bien presentes tus objetivos todos los días y ¡también podrás decorar tu cuarto!

Octubre: mejora tu discurso de ascensor

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El «discurso de ascensor» está diseñado para durar no más que un viaje en ascensor. Este tipo de discurso es muy utilizado en los negocios: en 3 minutos debes convencer a la persona sobre un proyecto, un producto, un servicio o una organización que vale la pena financiar. Pero lo interesante de este tipo de discurso es que sirve para cualquier otra ocasión. 

Si lo piensas detenidamente, siempre necesitamos defender o argumentar algo y no tenemos mucho más de 3 minutos. 

Este mes, intenta mejorar tu comunicación y tu presentación. Prepara un discurso de ascensor para el trabajo que quieres obtener o para lo que quieras solicitar en tu trabajo actual. Es importante tener varios discursos de ascensor, porque de este modo siempre estarás preparado para enfrentar cualquier instancia donde necesites proponer algo. 

Noviembre: pide ayuda 

Pedir ayuda no siempre es simple, pero sí necesario. Por eso, este mes dedícalo a aprender a pedir ayuda. En el trabajo al igual que en nuestra vida, no  llegaremos muy lejos si estamos completamente solos. Para todo, necesitamos el apoyo o la ayuda de alguien más. Y contrario a lo que muchas personas creen, pedir ayuda no es algo malo. 

Diciembre: supera tus miedos 

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En el último mes del año, supera tus miedos. Haz todo aquello que siempre temes hacer y recuerda siempre que no debes tener todo bajo control. Siempre que lo dudes, recuerda estas preguntas:

• ¿Qué es lo peor que puede suceder si voy tras mis objetivos?
• ¿Qué es lo mejor que puede suceder si voy tras mis objetivos?
• ¿Vale la pena?

Si la respuesta a esta última pregunta es afirmativa, no dudes más, y sigue tus sueños sin mirar atrás y sin sentir miedo.  ¿Qué te pareció este plan anual para mejorar en el trabajo? Yo ya lo estoy poniendo en marcha...

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