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Este alemán le donó medula ósea a un argentino... y se convirtieron en amigos para siempre

Un alemán y un argentino. Un océano y más de 12 mil kilómetros de distancia. Un gesto solidario que no conoce de límites ni fronteras y que los unió para siempre.

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Carlos Valía tiene 34 años y en 2011 fue diagnosticado con mielodisplasia, un tipo de leucemia en el que la médula ósea deja de funcionar correctamente y no logra producir suficientes glóbulos rojos. 

Gracias a un donante anónimo de Alemania, Carlos pudo operarse y recibir el  transplante de células madres que necesitaba para sobrevivir a la enfermedad. Sin conocerlo y a medio mundo de distancia, alguien le había salvado la vida.

Tras la operación, Valía intentó averiguar la identidad del donante, pero el INCUCAI tiene como requisito un año de espera para conocer el paradero del mismo. Tiempo después, logró contactarlo por mail y a partir de entonces, nació una amistad que duraría para siempre.

Christopher Hofman tiene 35 años. En 2014, Carlos viajó a Alemania junto a su familia para conocerlo. Sin embargo, durante su estadía les fue imposible encontrar su casa y el encuentro no tuvo lugar.

Tiempo más tarde la mujer de Christopher se contactó con un mensaje emocionante: le pagarían un pasaje a Carlos para que viajara a conocerlos y sorprendiera a Christopher en su cumpleaños.

La historia nos enseña cómo una simple donación puede cambiarle la vida a alguien para siempre. Gracias a la  Base Mundial de Donantes Médula ósea que reúne a 30 millones de donantes voluntarios de todo el mundo, fue posible conectar a Cristopher con Carlos, y salvar así su vida.

Cómo donar médula ósea

De acuerdo a datos publicados por el INCUCAI, para ser donante se requiere estar sano, tener entre 18 y 55 años y pesar más de 50 kilos. 

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Los métodos de extracción son dos, y el donante es quien puede elegirlo siguiendo las recomendaciones de un médico. Puede ser por punción de médula ósea (se realizan punciones en la cadera, dura unas dos horas y requiere de anestesia), o por aféresis, que no requiere de anestesia y se extrae de la vena de un brazo. Las células donadas se recuperan con rapidez, por lo que es posible donar al poco tiempo sin problema.

Tu donación puede salvar una vida. ¿Qué esperás para hacerlo?