¿Estás en números rojos? Sobrevive la quincena con estos consejos

¿Te cuesta administrar tu dinero?, ¿no puedes evitar gastarlo y al final de cada quincena te encuentras viviendo con sólo unos pesos?

Vivir en el límite de tus finanzas puede ser frustrante y peor si tienes deudas y no tienes el hábito de ahorrar. 

A continuación te damos algunos consejos para nivelar tus finanzas, empezar a tener otros ingresos y enfocarte en lo que haces mejor. 

Díselo a alguien

Cuando no tienes dinero puede parecer que lo mejor es no tocar el tema, pero trata de decírselo a las personas en las que más confías para que te den su consejo. Seguro algo aprenderás. 

No dejes de pagar tus deudas

Ya sea con tu tarjeta de crédito o con alguien que te haya prestado dinero, que tu prioridad sea pagarles. De lo contrario las deudas pueden crecer y afectarte negativamente a futuro. 

Empieza a hacer un "guardadito"

Es urgente que apartes un poco de dinero para cualquier emergencia, esto puede salvarte desde un accidente hasta no atrasarte en los pagos de tu tarjeta de crédito. 

Aléjate de compras innecesarias

Aunque sientas una urgencia por comprar algo que crees necesitar, trata de atenerte a lo necesario. No significa que no lo debas comprar después, pero aplaza esas compras lo más que se pueda. Por ejemplo, si generalmente gastas $500 en el supermercado ve la forma de gastar $400. 

Deja de trabajar gratis

Sabemos que quieres hacer favores a tu familia o amigos, pero trata de sacarle provecho a lo que haces mejor. Además de tu empleo regular, busca otras formas de hacer dinero, ¿tienes tiempo para hacer trabajos como freelance?, ¿sabes organizar fiestas?, ¿cocinas? Sácale provecho a alguno de tus talentos. 

Calcula tus gastos esenciales

Haz una tabla de lo que gastas a la semana y qué es lo realmente necesitas. Abandona por un tiempo tus vueltas a Starbucks o incluso cancela tu cuenta de Netflix, dolerá pero puedes vivir sin ello hasta que te recuperes.

Encuentra dinero en casa

¿Hay algo que ya no uses y puedas vender? Si observas cuidadosamente en tu casa, hay cosas que no necesitas. ¿Tienes abrigos o vestidos que nunca usas? ¡véndelos! Siempre habrá más ropa que comprar. 

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