Sophia tiene dos años y vive en Carolina del Sur (Estados Unidos). Sus padres Brandi y Nick decidieron darle un regalo por haber aprendido a ir al baño y ya no usar el pañal. Y Sophia sabía exactamente lo que quería: una muñeca.
Esta niña tuvo que explicar por qué eligió una muñeca y nada hizo que cambiara de opinión

Visitaron una tienda cerca de su casa y la elección de la muñeca no fue sencilla, la pequeña estuvo 20 minutos decidiendo cuál muñeca iba a llevar. Cuando llegaron a la caja para pagar la muñeca, la cajera le preguntó si era para una amiga a lo que Sophia le respondió que no, la cajera insistió: “¿Estás segura de que esta es la muñeca que quieres llevar?”.
La niña tenía una respuesta precisa: "Sí, por favor". Pero al parecer la cajera no quería darse por vencida: "Pero no se parece a ti. Tenemos un montón de muñecas que se parecen mucho más a ti".
Sin dudas que Sophia sabía exactamente lo que quería y no veía ningún tipo de impedimento para no llevar la muñeca que deseaba: "¡Ella se parece!", respondió la pequeña. "Ella es una doctora, yo soy una doctora, es una chica linda, yo soy una chica linda, vea su cabello bonito, vea su estetoscopio".
¿Hay algo más que agregar a su respuesta? No lo creo. Brandi dijo que había aprendido la palabra "estetoscopio” de la animación Doc McStuffins.
Su madre, orgullosa de no tener que defender la decisión de su hija y que no se sintiera desanimada, decidió relatar su experiencia en las redes sociales y no pasó mucho tiempo para que miles de personas le demostraran su cariño y le agradecieran por haber compartido la historia.
Su muñeca tiene sus mismas aspiraciones y eso es todo lo que la niña ve. Muchos deberían recordar al niño que fueron, cuando no tenían prejuicios y todo era mucho más sencillo. Recordar cuando sólo se vivía el instante presente y lo que importaba era la esencia de cada persona.








